¡Hola! ¿En qué puedo ayudarte hoy? Si tienes alguna pregunta sobre los escritos de Elena G. de White, por favor dime cómo puedo asistirte.

La primera visión de Elena G. de White ocurrió poco después del gran chasco de 1844. Ella misma relata: "Estaba visitando a una hermana en Cristo en Portland; cinco de nosotras, todas mujeres, estábamos de rodillas en el altar familiar. Mientras orábamos, el poder de Dios vino sobre mí como nunca antes lo había sentido. Me pareció estar rodeada de luz y elevarme cada vez más alto desde la tierra. Miré para buscar al pueblo adventista en el mundo, pero no pude encontrarlos, cuando una voz me dijo: 'Mira de nuevo, y mira un poco más alto.' Entonces levanté los ojos y vi un camino recto y angosto, elevado muy por encima del mundo. En este camino viajaba el pueblo adventista hacia la ciudad. Detrás de ellos, al principio del camino, había una luz brillante que un ángel me dijo que era el clamor de medianoche. Esta luz brillaba a lo largo del camino para que sus pies no tropezaran. Jesús mismo iba delante de su pueblo para guiarlos, y mientras mantenían sus ojos fijos en Él, estaban seguros. Pero pronto algunos se cansaron y decían que la ciudad estaba muy lejos y que esperaban haber entrado ya. Entonces Jesús los animaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual salía una luz que ondeaba sobre el grupo adventista; y ellos gritaban: '¡Aleluya!' Otros negaban imprudentemente la luz detrás de ellos y decían que no era Dios quien los había guiado hasta allí. La luz detrás de ellos se apagaba, dejando sus pies en perfecta oscuridad, y tropezaban y perdían de vista la meta y a Jesús, y caían del camino hacia el mundo oscuro y malvado de abajo." Esta visión fue publicada por primera vez en 1846 y es conocida como "Mi Primera Visión". En ella, Elena de White vio el viaje del pueblo adventista hacia la Ciudad Santa, la importancia de mantener la fe y la guía de Jesús, y el peligro de rechazar la luz recibida anteriormente. Fuentes: - White, E. G. (1940). Primeros Escritos, pp. 13-20. - White, E. G. (1915). El Conflicto de los Siglos, "Mi Primera Visión" (LS 64, 193.1). - White, E. G. (1948). Testimonios para la Iglesia, tomo 1, p. 58. ¿Te gustaría que te comparta el texto completo de la visión?

Ellen G. White describe varias visiones del cielo y las características de Jesús en sus escritos. Aquí tienes un resumen basado en sus propias palabras: **Visión del cielo:** - Ellen White vio el regreso de Jesús en una nube pequeña y negra que se hacía cada vez más gloriosa y luminosa a medida que se acercaba a la tierra. Esta nube se transformaba en una gran nube blanca, con la base como fuego y un arco iris sobre ella, rodeada de miles de ángeles cantando. - Jesús estaba sentado sobre la nube. Cuando la nube se acercaba, los santos podían ver claramente a Jesús y su hermosura. Los ángeles y los santos cantaban juntos mientras ascendían hacia la Ciudad Santa. - Al llegar a la Ciudad Santa, Jesús abría las puertas doradas y daba la bienvenida a los redimidos, quienes tenían derecho al árbol de la vida por haber guardado los mandamientos de Dios. **Características de Jesús en la visión:** - Su cabello era blanco y rizado, y caía sobre sus hombros. - Sobre su cabeza había muchas coronas. - Sus pies tenían la apariencia de fuego. - En su mano derecha tenía una hoz afilada y en la izquierda una trompeta de plata. - Sus ojos eran como llama de fuego, capaces de escudriñar a sus hijos a fondo. - Su rostro brillaba como el sol del mediodía. - En su vestidura y muslo estaba escrito: “Rey de reyes y Señor de señores”. - Cuando hablaba, su voz era majestuosa y llena de ternura y poder. **Fragmentos destacados de los escritos de Ellen White:** - “Su cabello era blanco y rizado y caía sobre sus hombros; y sobre su cabeza había muchas coronas. Sus pies tenían la apariencia de fuego; en su mano derecha tenía una hoz afilada; en la izquierda, una trompeta de plata. Sus ojos eran como llama de fuego, que escudriñaban a sus hijos a fondo.” (Primeros Escritos, p. 15) - “Su rostro brillaba como el sol del mediodía. Sobre su vestidura y muslo estaba escrito: ‘Rey de reyes y Señor de señores’.” (El Conflicto de los Siglos, 4SP 458.2) - “Jesús mismo iba delante de su pueblo para guiarlos, y mientras mantenían sus ojos fijos en Él, estaban seguros.” (Primeros Escritos, p. 14) Estas visiones muestran a Jesús como majestuoso, glorioso, lleno de amor y poder, y como el centro de la esperanza celestial para los creyentes. ¿Te gustaría leer un pasaje completo de alguna de estas visiones? Referencias: - White, E. G. (1940). Primeros Escritos, p. 14-15. - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos, 4SP 458.2.

El carácter de Jesús, según los escritos de Elena G. de White, se describe como el modelo perfecto de amor, compasión, paciencia, integridad y abnegación. Aquí algunos puntos destacados de sus libros: - “Jesús, el tierno y compasivo Salvador, era Dios ‘manifestado en carne’... Su vida reveló la gracia de la cortesía desinteresada, una paciencia que nada podía perturbar y una veracidad que nunca sacrificaba la integridad.” (El Camino a Cristo, SC 12.2; El Deseado de Todas las Gentes, DA 68.3) - “El ideal del carácter cristiano es la semejanza a Cristo. Así como el Hijo del hombre fue perfecto en su vida, así también sus seguidores deben ser perfectos en la suya... Su carácter debe ser el nuestro.” (El Deseado de Todas las Gentes, DA 311.4) - “El carácter de Cristo es el único modelo perfecto que debemos copiar. El arrepentimiento y la fe, la entrega de la voluntad y la consagración de los afectos a Dios son los medios designados para lograr esta obra.” (Consejos para Maestros, CT 50.1) - “La vida del Salvador se caracterizó por la benevolencia desinteresada y la hermosura de la santidad. Es nuestro modelo de bondad... Su vida mostró coherencia sin obstinación, benevolencia sin debilidad, ternura y simpatía sin sentimentalismo.” (Consejos para Maestros, CT 262.1) - “Cuando Cristo habita en el corazón, toda la naturaleza es transformada. El Espíritu de Cristo, su amor, ablanda el corazón, somete el alma y eleva los pensamientos y deseos hacia Dios y el cielo.” (El Camino a Cristo, SC 73.1) En resumen, el carácter de Jesús es amoroso, compasivo, paciente, íntegro, abnegado, humilde, tierno, justo y santo. Es el modelo que todo cristiano debe imitar. Fuentes: - White, E. G. (1892). El Camino a Cristo (SC 12.2, 73.1, 120.4). - White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes (DA 68.3, 311.4, 391.2). - White, E. G. (1913). Consejos para Maestros (CT 50.1, 262.1). - White, E. G. (1885). Testimonios para la Iglesia (5T 345.1, 421.1). - White, E. G. (1896). El Sermón del Monte (MB 55.1).