Aquí tienes varias citas de los libros de Elena G. de White acerca de alguien que ha errado: 1. “Es siempre humillante que se señalen los errores de uno. Nadie debe hacer la experiencia más amarga con censuras innecesarias. Nadie jamás fue rescatado por el reproche; pero muchos han sido repelidos así y se han endurecido contra la convicción. Un espíritu tierno, un porte suave y atrayente, pueden salvar al errante y cubrir una multitud de pecados.” (El Ministerio de Curación, p. 166.4) 2. “Quizá uno o más cometan errores o sean indisciplinados. El caso se exagera en su mente, y se vuelve injusto, severo y cortante en la reprensión, incluso burlándose del que considera culpable. Esta misma injusticia después le impide admitir que no ha tomado el curso correcto. Por mantener la dignidad de su posición, ha perdido una preciosa oportunidad de manifestar el espíritu de Cristo, quizá de ganar un alma para el cielo.” (Testimonios para la Iglesia, tomo 4, p. 421.2; Consejos para los Maestros, p. 26.2) 3. “La reputación de un compañero de labor debe ser sagradamente guardada. Si uno ve faltas en otro, no debe magnificarlas ante los demás ni hacerlas parecer graves pecados. Pueden ser errores de juicio, que Dios dará gracia divina para superar... Jesús dijo a Pedro, después de que cayó y fue convertido: ‘Apacienta mis corderos’. Antes de que Pedro resbalara, no tenía el espíritu de mansedumbre necesario para alimentar a los corderos; pero después de ser consciente de su propia debilidad, supo cómo enseñar a los errantes y caídos.” (Historical Sketches, p. 120.5-121.1) 4. “Hay muchos que yerran, y que sienten su vergüenza y su necedad. Miran sus errores hasta que casi se desesperan. A estas almas no debemos descuidarlas. Cuando uno tiene que nadar contra la corriente, toda la fuerza de la corriente lo empuja hacia atrás. Entonces, debe tenderse una mano de ayuda, como la del Hermano Mayor a Pedro que se hundía. Háblale palabras de esperanza, que establezcan confianza y despierten amor.” (Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 387.2) 5. “El Señor trae a sus hijos errantes por el mismo terreno una y otra vez; pero si continuamente fallan en atender las amonestaciones de su Espíritu, si no se reforman en cada punto donde han errado, finalmente los dejará a su propia debilidad.” (Testimonios para la Iglesia, tomo 9, p. 182.1) Estas citas muestran la importancia de tratar con ternura, esperanza y espíritu de restauración a quienes han errado, en vez de censurarlos o desanimarlos. Referencias académicas: - White, E. G. (1905). El Ministerio de Curación. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association. - White, E. G. (1881). Testimonios para la Iglesia, tomo 4. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association. - White, E. G. (1913). Consejos para los Maestros. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association. - White, E. G. (1886). Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh-day Adventists. Basle, Switzerland: Imprimerie Polyglotte. - White, E. G. (1900). Palabras de Vida del Gran Maestro. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association. - White, E. G. (1909). Testimonios para la Iglesia, tomo 9. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association.