Para superar la tentación, según los escritos de Elena G. de White, es fundamental combinar varios principios espirituales y prácticos:
1. Resistencia y voluntad: Aunque hayas caído antes, no necesitas seguir cayendo. Jesús es tu ayudador y, con Su fuerza, puedes resistir la tentación. Es importante invocar la fuerza de voluntad y apoyarse en el poder divino.
2. Confianza en Dios: Las tentaciones solo pueden ser vencidas con la ayuda que Dios puede impartir. Con cada tentación, Dios promete una vía de escape, pero muchos caen porque no confían en Dios ni usan los medios provistos para su seguridad.
3. No desesperar: Si has caído repetidamente, no debes desesperar. La debilidad moral y los hábitos pueden ser vencidos con la ayuda de Dios.
4. Resistencia firme: Debemos resistir firmemente las tentaciones o seremos vencidos. No podemos permitirnos actuar por impulso ni bajar la guardia.
5. Dominio propio: El autocontrol y la negación propia son esenciales. Pablo decía: “Mantengo mi cuerpo en disciplina y lo pongo en servidumbre”.
6. La tentación no es excusa para pecar: Ninguna tentación, por fuerte que sea, justifica el pecado. Dios ha provisto ayuda suficiente para que podamos vencer.
7. Oración y fe: Por la fe y la oración, todos pueden cumplir con los requerimientos del evangelio. Nadie puede ser forzado a pecar; la tentación nunca es excusa.
En resumen, superar la tentación requiere fe, oración, autocontrol, confianza en Dios y el uso de la voluntad fortalecida por la gracia divina. No hay excusa válida para ceder a la tentación, y siempre hay esperanza y ayuda disponible en Cristo.
Referencias:
- White, E. G. (1890). Christian Temperance and Bible Hygiene (CTBH), pp. 22, 147.
- White, E. G. (1905). The Ministry of Healing (MH), pp. 174, 452.
- White, E. G. (1881). Testimonies for the Church, Vol. 4 (4T), p. 574.
- White, E. G. (1890). Patriarchs and Prophets (PP), p. 421.
- White, E. G. (1882). Testimonies for the Church, Vol. 5 (5T), p. 177.
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