Hola ,cuál es el sentido de la vida
Según los escritos de Elena G. de White, el sentido de la vida está profundamente relacionado con el propósito eterno y la relación con Dios. Aquí algunos puntos clave extraídos de sus libros: - La vida es una oportunidad para prepararnos para la eternidad. “La familia humana apenas ha comenzado a vivir cuando empieza a morir, y el trabajo incesante del mundo termina en la nada a menos que se obtenga un verdadero conocimiento respecto a la vida eterna. El hombre que aprecia el tiempo como su día de trabajo se preparará para una mansión y para una vida inmortal. Vale la pena que haya nacido.” (COL 342.3) - El sentido de la vida no depende de la riqueza, posición social o grandes habilidades, sino de un espíritu bondadoso, abnegado y un propósito firme. “Nuestro tiempo aquí es corto... El trabajo al que somos llamados requiere un espíritu bondadoso, abnegado y un propósito firme... Si abrimos nuestros corazones y hogares a los principios divinos de la vida, nos convertiremos en canales de poder vivificante.” (MH 355) - La vida es una senda no probada para cada uno, y cada persona debe decidir por sí misma los asuntos que afectan la eternidad. “La vida, vista desde su lado humano, es para todos un camino no probado... cada uno debe elegir su propio curso, decidiendo por sí mismo los asuntos de la vida para la eternidad.” (Ed 255.2) - El sufrimiento y las pruebas pueden tener el propósito de alejarnos de los placeres insatisfactorios del mundo y acercarnos a las realidades eternas. “La aflicción que oscureció mi niñez parecía haberme sido dada por misericordia, para apartar mi corazón del mundo y sus placeres insatisfactorios, e inclinarlo hacia las atracciones perdurables del cielo.” (LS 25.1) En resumen, el sentido de la vida, según Elena G. de White, es prepararnos para la vida eterna, vivir de acuerdo con los principios divinos, influir positivamente en otros y buscar una relación personal con Dios que trascienda las dificultades y placeres temporales de este mundo. Referencias: - White, E. G. (1900). Christ’s Object Lessons (COL), p. 342.3. - White, E. G. (1905). The Ministry of Healing (MH), p. 355. - White, E. G. (1903). Education (Ed), p. 255.2. - White, E. G. (1915). Life Sketches (LS), p. 25.1.
Como sabes que Dios si existe ,es decir ,vemos la creación pero eso puedo haberlo echo otro Dios ,como estas segura que es Jesús el que creó y no fue un charlatán
Según los escritos de Elena G. de White, la certeza de que Jesús es el Creador y no un impostor o “charlatán” se basa en varios tipos de evidencia: 1. Testimonio de las Escrituras: Elena de White afirma que “el registro de la creación en su pureza” ha sido preservado por la Palabra de Dios, y que “es la Palabra de Dios la que nos da un relato auténtico de la creación de nuestro mundo” (CT 13.2). Además, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento testifican de Jesús como el Mesías y Creador (3SP 211.2). 2. Vida y carácter de Jesús: “La mayor evidencia de que vino de Dios es que su vida reveló el carácter de Dios. Hizo las obras y habló las palabras de Dios. Tal vida es el mayor de todos los milagros” (DA 406.5). 3. Milagros y resurrección: Los milagros de Jesús, especialmente la resurrección de los muertos, son presentados como pruebas de su divinidad y de que tenía control sobre la vida y la muerte (2SP 366.2). 4. Testimonio directo de Dios: En la transfiguración, una voz del cielo declaró la divinidad de Jesús, y los discípulos recibieron evidencia directa de que Él era el Hijo de Dios (2SP 332.3). 5. Profecías cumplidas: Elena de White señala que la vida, muerte y resurrección de Jesús cumplen las profecías del Antiguo Testamento, lo que constituye una de las pruebas más fuertes de que Él es el verdadero Redentor y Creador (3SP 211.2). 6. Declaración de los discípulos: “Nosotros, sus discípulos, declaramos: Este es Jesús, el Mesías, el Príncipe de la vida, el Redentor del mundo” (DA 579.5). En resumen, según Elena G. de White, la seguridad de que Jesús es el verdadero Creador y no un impostor se fundamenta en la armonía de las Escrituras, el carácter y vida de Jesús, sus milagros, el testimonio directo de Dios, el cumplimiento profético y la experiencia de los discípulos. Todo esto, para ella, constituye una evidencia suficiente y superior a cualquier otra explicación sobre el origen de la creación. Referencias: - White, E. G. (1913). Counsels to Teachers, Parents, and Students (CT), p. 13.2. - White, E. G. (1898). The Desire of Ages (DA), p. 406.5, 579.5. - White, E. G. (1877). The Spirit of Prophecy, vol. 2 (2SP), p. 332.3, 366.2. - White, E. G. (1878). The Spirit of Prophecy, vol. 3 (3SP), p. 211.2.
No tengo fe y no hay nada que cambie eso ,aveces escucho predicas ,voy a la iglesia pero mi corazón no cree ,ya deje de sentirme culpable con eso
Gracias por compartir sinceramente cómo te sientes. Según los escritos de Elena G. de White, la falta de fe y el no sentir convicción en el corazón es una experiencia que muchos atraviesan, y no es motivo para sentirse culpable. Aquí algunos pensamientos relevantes de sus libros: - La fe no es simplemente un sentimiento, y muchas personas confunden la falta de emoción con falta de fe. “Estas personas confunden el sentimiento con la fe. Deben apartar la mente de sí mismos, para meditar en la misericordia y bondad de Dios y recordar sus promesas, y entonces simplemente creer que Él cumplirá su palabra. No hemos de confiar en nuestra fe, sino en las promesas de Dios.” (El Camino a Cristo, SC 89.1) - La incredulidad es natural en el corazón humano, pero la fe es un don que se cultiva. “La desconfianza de Dios es el resultado natural del corazón no renovado... Pero la fe es inspirada por el Espíritu Santo, y sólo florecerá si se la cultiva. Nadie puede llegar a ser fuerte en la fe sin un esfuerzo decidido. La incredulidad se fortalece cuando se la fomenta.” (El Conflicto de los Siglos, GC 527.3) - Jesús mismo mostró compasión hacia quienes dudaban, como Tomás. Él no rechaza a los que luchan con la fe, sino que los invita a acercarse y buscar evidencia y relación con Él. (2T 696.1) - No es necesario esperar a sentir fe para acercarse a Dios. “La fe es simple en su operación y poderosa en sus resultados... El que espera tener conocimiento completo antes de ejercer fe, nunca será bendecido por Dios.” (2SP 322.1) En resumen, según Elena G. de White, la fe no es un sentimiento ni una obligación forzada, sino una decisión de confiar en las promesas de Dios, aun cuando el corazón no lo sienta. La falta de fe no te hace menos valioso ni te separa del amor de Dios. Él comprende tus luchas y te invita a seguir buscando, sin culpa, y a confiar en que la fe puede crecer con el tiempo y la experiencia. Si deseas leer más sobre este tema, puedo proporcionarte citas adicionales o recomendarte capítulos específicos. Referencias: - White, E. G. (1892). El Camino a Cristo (Steps to Christ), p. 89.1. - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (The Great Controversy), p. 527.3. - White, E. G. (1870). Testimonios para la Iglesia, tomo 2 (2T), p. 696.1. - White, E. G. (1877). El Espíritu de Profecía, tomo 2 (2SP), p. 322.1.
No tengo fe y no hay nada que cambie eso ,aveces escucho predicas ,voy a la iglesia pero mi corazón no cree ,ya deje de sentirme culpable con eso
Gracias por compartir tus sentimientos. Según los escritos de Elena G. de White, muchas personas atraviesan experiencias similares de falta de fe, dudas y ausencia de sentimientos espirituales, y esto no debe ser motivo de culpa. Aquí algunos puntos clave de sus libros: - Muchas personas confunden el sentimiento con la fe. “Estas personas confunden el sentimiento con la fe. Deben apartar la mente de sí mismos, para meditar en la misericordia y bondad de Dios y recordar sus promesas, y entonces simplemente creer que Él cumplirá su palabra. No hemos de confiar en nuestra fe, sino en las promesas de Dios.” (El Camino a Cristo, SC 89.1) - La fe no depende de lo que sentimos, sino de confiar en las promesas de Dios, incluso cuando no hay emoción. “Sentir no es fe, pero los dos son distintos. La fe es nuestra para ejercer, pero los sentimientos y la bendición son de Dios para dar.” (ExV 59) - La incredulidad y la falta de fe pueden ser naturales, pero la fe se cultiva y se fortalece al ejercitarla, especialmente en momentos de oscuridad y desánimo. “Es difícil ejercer fe viva cuando estamos en tinieblas y desaliento. Pero este, de todos los momentos, es el tiempo en que debemos ejercer fe.” (HS 132.4) - Jesús no rechaza a quienes luchan con la fe. Él comprende nuestras luchas y nos invita a confiar en su amor y en sus promesas, aunque no sintamos nada especial. - No es necesario esperar a sentir fe para acercarse a Dios. “El que espera tener conocimiento completo antes de ejercer fe, nunca será bendecido por Dios.” (2SP 322.1) En resumen, según Elena G. de White, la fe no es un sentimiento ni una obligación forzada, sino una decisión de confiar en las promesas de Dios, aun cuando el corazón no lo sienta. No te hace menos valioso ni te separa del amor de Dios. Él comprende tus luchas y te invita a seguir buscando, sin culpa, y a confiar en que la fe puede crecer con el tiempo y la experiencia. Referencias: - White, E. G. (1892). El Camino a Cristo (SC), p. 89.1. - White, E. G. (1882). Experiencias y Visiones (ExV), p. 59. - White, E. G. (1888). Historical Sketches (HS), p. 132.4. - White, E. G. (1877). El Espíritu de Profecía, tomo 2 (2SP), p. 322.1.
Aveces creo que s una exageración pedir que solo escuchemos música cristiana
Según los escritos de Elena G. de White, la música tiene un poder muy grande para influir en la mente y el corazón, y puede ser una bendición o una trampa, dependiendo de cómo se use. Ella no dice literalmente que solo se debe escuchar música cristiana, pero sí advierte sobre los peligros de la música que no eleva el pensamiento hacia Dios o que fomenta el orgullo, la vanidad o la frivolidad. Por ejemplo, ella escribe: - “Cuando se usa correctamente, la música es una bendición; pero a menudo se convierte en uno de los agentes más atractivos de Satanás para atrapar almas. Cuando se abusa, lleva a los no consagrados al orgullo, la vanidad y la necedad. Cuando se permite que tome el lugar de la devoción y la oración, es una terrible maldición.” (1T 505.2) - “La música fue hecha para servir a un propósito santo, para elevar los pensamientos a lo que es puro, noble y edificante, y para despertar en el alma devoción y gratitud a Dios... Un amor por la música lleva a los incautos a unirse con los amantes del mundo en reuniones de placer donde Dios ha prohibido que sus hijos vayan.” (PP 594.2) - “La fe no depende de lo que sentimos, sino de confiar en las promesas de Dios, incluso cuando no hay emoción.” (ExV 59) En resumen, Elena de White aconseja que la música que escuchamos debería acercarnos a Dios y no alejarnos de Él. No se trata solo de que la música sea “cristiana” en letra, sino de que su influencia sea positiva, edificante y no nos lleve a lugares o pensamientos que desagradan a Dios. Ella reconoce que la música es poderosa y, por eso, recomienda discernimiento y cuidado, no necesariamente una prohibición absoluta, pero sí una preferencia clara por la música que eleva el alma y honra a Dios. Referencias: - White, E. G. (1868). Testimonios para la Iglesia, tomo 1 (1T), p. 505.2. - White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas (PP), p. 594.2. - White, E. G. (1882). Experiencias y Visiones (ExV), p. 59.
Aveces creo que s una exageración pedir que solo escuchemos música cristiana
Elena G. de White no dice literalmente que solo se debe escuchar música cristiana, pero sí enfatiza que la música tiene un poder muy grande para influir en la mente y el corazón, y puede ser una bendición o una trampa, dependiendo de cómo se use. Aquí algunos puntos clave de sus escritos: - “Cuando se usa correctamente, la música es una bendición; pero a menudo se convierte en uno de los agentes más atractivos de Satanás para atrapar almas. Cuando se abusa, lleva a los no consagrados al orgullo, la vanidad y la necedad. Cuando se permite que tome el lugar de la devoción y la oración, es una terrible maldición.” (1T 505.2) - “La música fue hecha para servir a un propósito santo, para elevar los pensamientos a lo que es puro, noble y edificante, y para despertar en el alma devoción y gratitud a Dios... Un amor por la música lleva a los incautos a unirse con los amantes del mundo en reuniones de placer donde Dios ha prohibido que sus hijos vayan.” (PP 594.2) - “La música forma parte de la adoración a Dios en el cielo, y deberíamos procurar, en nuestros cantos de alabanza, acercarnos lo más posible a la armonía de los coros celestiales.” (PP 594.3) En resumen, Elena de White aconseja que la música que escuchamos debería acercarnos a Dios y no alejarnos de Él. No se trata solo de que la música sea “cristiana” en letra, sino de que su influencia sea positiva, edificante y no nos lleve a lugares o pensamientos que desagradan a Dios. Ella reconoce que la música es poderosa y, por eso, recomienda discernimiento y cuidado, no necesariamente una prohibición absoluta, pero sí una preferencia clara por la música que eleva el alma y honra a Dios. Referencias: - White, E. G. (1868). Testimonios para la Iglesia, tomo 1 (1T), p. 505.2. - White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas (PP), p. 594.2, 594.3.
Y sobre la música que dice que debemos poner en la iglesia ,en Brasil la tocan con batería y más aquí en Perú dicen que por cultura,eso me parece incoherente ,no que Dios es en todos lados ?
Según los materiales disponibles del White Estate, Elena G. de White reconoce el uso legítimo de instrumentos musicales en la adoración, siempre que se utilicen con reverencia y para la gloria de Dios. Ella menciona que en la Biblia se usaban diversos instrumentos en la adoración y afirma: “En nuestros servicios de campamento debe haber canto y música instrumental. Los instrumentos musicales se usaban en los servicios religiosos en los tiempos antiguos... No debemos oponernos al uso de instrumentos de música en nuestro trabajo. Esta parte del servicio debe ser cuidadosamente conducida, pues es la alabanza a Dios en canto.” (6T 62; 9T 144.1; GW 357.3) Elena de White no prohíbe el uso de instrumentos específicos como la batería, pero enfatiza que la música debe ser cuidadosamente dirigida y su propósito es elevar la adoración a Dios, no imitar el mundo ni distraer de la reverencia. La cultura puede influir en los estilos musicales, pero el principio es que la música en la iglesia debe ser reverente, edificante y digna de la adoración a Dios, sin importar el país. En resumen: Dios es el mismo en todos lados, pero la música en la iglesia debe ser guiada por principios de reverencia y edificación espiritual, no solo por la cultura local. El uso de instrumentos es aceptable si se maneja con cuidado y para la gloria de Dios. Referencias: - White, E. G. (1900). Testimonios para la Iglesia, tomo 6 (6T), p. 62. - White, E. G. (1909). Testimonios para la Iglesia, tomo 9 (9T), p. 144.1. - White, E. G. (1915). Gospel Workers (GW), p. 357.3. - White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas (PP), p. 704.5. - White, E. G. (1904). Testimonios para la Iglesia, tomo 8 (8T), p. 12.3.
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