Según los escritos de Elena G. de White, la certeza de que Jesús es el Creador y no un impostor o “charlatán” se basa en varios tipos de evidencia:
1. Testimonio de las Escrituras: Elena de White afirma que “el registro de la creación en su pureza” ha sido preservado por la Palabra de Dios, y que “es la Palabra de Dios la que nos da un relato auténtico de la creación de nuestro mundo” (
CT 13.2). Además, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento testifican de Jesús como el Mesías y Creador (
3SP 211.2).
2. Vida y carácter de Jesús: “La mayor evidencia de que vino de Dios es que su vida reveló el carácter de Dios. Hizo las obras y habló las palabras de Dios. Tal vida es el mayor de todos los milagros” (
DA 406.5).
3. Milagros y resurrección: Los milagros de Jesús, especialmente la resurrección de los muertos, son presentados como pruebas de su divinidad y de que tenía control sobre la vida y la muerte (
2SP 366.2).
4. Testimonio directo de Dios: En la transfiguración, una voz del cielo declaró la divinidad de Jesús, y los discípulos recibieron evidencia directa de que Él era el Hijo de Dios (
2SP 332.3).
5. Profecías cumplidas: Elena de White señala que la vida, muerte y resurrección de Jesús cumplen las profecías del Antiguo Testamento, lo que constituye una de las pruebas más fuertes de que Él es el verdadero Redentor y Creador (
3SP 211.2).
6. Declaración de los discípulos: “Nosotros, sus discípulos, declaramos: Este es Jesús, el Mesías, el Príncipe de la vida, el Redentor del mundo” (
DA 579.5).
En resumen, según Elena G. de White, la seguridad de que Jesús es el verdadero Creador y no un impostor se fundamenta en la armonía de las Escrituras, el carácter y vida de Jesús, sus milagros, el testimonio directo de Dios, el cumplimiento profético y la experiencia de los discípulos. Todo esto, para ella, constituye una evidencia suficiente y superior a cualquier otra explicación sobre el origen de la creación.
Referencias:
- White, E. G. (1913). Counsels to Teachers, Parents, and Students (CT), p. 13.2.
- White, E. G. (1898). The Desire of Ages (DA), p. 406.5, 579.5.
- White, E. G. (1877). The Spirit of Prophecy, vol. 2 (2SP), p. 332.3, 366.2.
- White, E. G. (1878). The Spirit of Prophecy, vol. 3 (3SP), p. 211.2.