Aquí tienes principios generales de los escritos de Elena de White sobre el orden en la iglesia y el papel de la mujer:
**Orden en la iglesia:**
- El orden es indispensable en la iglesia, así como lo es en el cielo. “Hay orden en el cielo. Había orden en la iglesia cuando Cristo estuvo en la tierra; y después de su partida, el orden fue estrictamente observado entre sus apóstoles. Y ahora, en estos últimos días, mientras Dios une a sus hijos en la fe, hay más necesidad real de orden que nunca antes.” (Primeros Escritos, p. 97, 100)
- El orden evangélico es necesario para la unidad y para evitar la confusión y el engaño de falsos maestros. Los líderes deben ser personas que gobiernen bien su casa y den buen ejemplo. (Primeros Escritos, p. 100)
- La iglesia tiene la responsabilidad de mantener la disciplina y el orden, y de excluir de su comunión a quienes deshonran la verdad con su conducta. (Testimonios para la Iglesia, tomo 7, p. 263)
- La reverencia, el respeto y la organización en el culto son agradables a Dios y evitan la confusión. (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, p. 145)
**Papel de la mujer:**
- La mujer debe ocupar la posición que Dios le asignó originalmente, como igual de su esposo. “La mujer debe ocupar la posición que Dios le asignó originalmente, como igual de su esposo.” (Testimonios para la Iglesia, tomo 3, p. 565)
- El trabajo de la mujer en el hogar y en la educación de los hijos es sagrado y de gran importancia, incluso más que el del hombre en muchos aspectos. (Consejos sobre la Salud, p. 77; Consejos para los Maestros, p. 178)
- Las mujeres pueden y deben participar activamente en la obra de la iglesia, especialmente en el trabajo misionero y en la enseñanza en los hogares, donde pueden llegar a corazones que los hombres no pueden alcanzar. (Testimonios para la Iglesia, tomo 6, p. 114, 117; tomo 9, p. 128)
- Se anima a las mujeres a ser ejemplo de modestia, humildad y buenas obras, y a evitar la ostentación externa. (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, p. 189; tomo 4, p. 630)
Si deseas citas textuales o ampliar sobre algún aspecto, házmelo saber.
Referencias:
- White, E. G. (1882). Primeros Escritos, pp. 97, 100.
- White, E. G. (1948). Testimonios para la Iglesia, tomos 1, 3, 4, 6, 7, 9.
- White, E. G. (1956). Consejos sobre la Salud, p. 77.
- White, E. G. (1913). Consejos para los Maestros, p. 178.