Según los escritos de Elena G. de White, el mejor desayuno es sencillo, nutritivo y natural. Ella recomienda:
- Frutas, buen pan (integral o blanco), y vegetales como base de la alimentación. (
2T 487.1)
- Evitar mantequilla, carnes, pasteles y postres dulces en la mesa. (
2T 487.1;
HL 82.6)
- Un desayuno simple puede consistir en pan casero, frutas frescas o secas, y leche o crema si se usa. (
HL 78.6)
- Los cereales cocidos (“mush” o porridge) deben cocinarse varias horas, pero los alimentos secos como el pan tostado (zwieback) son más saludables porque requieren buena masticación. (
MH 301.3)
- En viajes, ella misma preparaba desayunos con pan, fruta y leche. (
HS 167.1;
HS 175.2)
En resumen, el mejor desayuno según Elena G. de White es sencillo, compuesto principalmente de frutas, pan integral, y, si se usa, leche o crema, evitando alimentos pesados, grasos o muy elaborados. La clave está en la simplicidad y la naturalidad de los alimentos.
Referencias:
- White, E. G. (1870). Testimonios para la Iglesia, Tomo 2, p. 487.1.
- White, E. G. (1890). Consejos sobre el Régimen Alimenticio (Healthful Living), pp. 78.6, 82.6.
- White, E. G. (1905). El Ministerio de Curación (The Ministry of Healing), p. 301.3.
- White, E. G. (1885). Historical Sketches, pp. 167.1, 175.2.
¿Te gustaría una sugerencia de menú específico basado en estos principios?