En los escritos de Elena G. de White, no se menciona específicamente que un golpe fuerte en la cabeza cause "delitos místicos". Sin embargo, ella relata que tras un accidente en su infancia (un golpe fuerte en la cabeza), sufrió consecuencias cognitivas y emocionales, como depresión, dificultad para concentrarse, sentimientos de culpa y desesperanza, y una percepción alterada de su entorno y de sí misma. Por ejemplo, ella escribió:
- “Las consecuencias de mi desafortunado accidente nuevamente asumieron proporciones gigantescas en mi mente. Me parecía estar privada de toda posibilidad de felicidad terrenal, y condenada a continua desilusión y mortificación... Mi perspectiva de gozo mundano se había marchitado, y el cielo parecía cerrado para mí.” (LS80 135.4; LS88 135.4)
En cuanto a experiencias místicas, Elena G. de White describe visiones y experiencias espirituales, pero no las atribuye a su accidente, sino a la obra de Dios. También menciona que algunos acusaban sus visiones de ser producto de mesmerismo o de su estado físico, pero ella lo niega.
No hay evidencia en sus escritos de que un golpe en la cabeza cause “delitos místicos”. El término “delitos místicos” no aparece ni se asocia a consecuencias de traumatismos craneales en sus libros.
Referencias:
- White, E. G. (1880). La Historia de la Vida de Elena G. de White (LS80 135.4).
- White, E. G. (1888). La Historia de la Vida de Elena G. de White (LS88 135.4).
- White, E. G. Testimonios para la Iglesia, tomo 1 (1T 71).
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