Según los escritos de Elena G. de White, el "continuo sacrificio" (los sacrificios y ofrendas del sistema ceremonial judío) fue quitado en el momento de la muerte de Cristo en la cruz. Esto ocurrió en la primavera del año 31 d.C., en la mitad de la semana profética mencionada en Daniel 9:27. En ese momento, con el sacrificio de Cristo en el Calvario, terminó el sistema de sacrificios que durante siglos había señalado al Cordero de Dios. El velo del templo se rasgó en dos, indicando que la significación y la validez del servicio sacrificial terrenal habían cesado.
Citas relevantes:
- “En la primavera de A.D. 31, Cristo, el verdadero Sacrificio, fue ofrecido en el Calvario. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, mostrando que la santidad y el significado del servicio sacrificial habían terminado. Había llegado el tiempo para que cesaran el sacrificio y la ofrenda terrenales.” (El Conflicto de los Siglos, p. 327.3; El Deseado de Todas las Gentes, p. 233.2)
- “El Señor instruyó a Moisés claramente respecto a los sacrificios ceremoniales, los cuales debían cesar con la muerte de Cristo.” (
3SG 301.3;
1SP 266.3)
Por lo tanto, el continuo sacrificio fue quitado en la cruz, cuando Cristo murió como el Cordero de Dios.
Referencias:
- White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos, p. 327.3.
- White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes, p. 233.2.
- White, E. G. (1864). Spiritual Gifts, Vol. 3, p. 301.3.
- White, E. G. (1877). Spirit of Prophecy, Vol. 1, p. 266.3.