Según los escritos de Elena G. de White, el Jardín del Edén no fue destruido por el diluvio, sino que fue retirado de la tierra por Dios antes de ese evento. Ella explica:
- “El puro y hermoso jardín del Edén, del cual fueron expulsados nuestros primeros padres, permaneció hasta que Dios decidió destruir la tierra por un diluvio. Dios había plantado ese jardín y lo había bendecido especialmente; y en su maravillosa providencia lo retiró de la tierra, y lo devolverá a la tierra de nuevo, más gloriosamente adornado que antes de ser quitado de la tierra. Dios quiso preservar un espécimen de su obra perfecta de la creación, libre de la maldición con que había maldecido la tierra.” (
3SG 55.1;
1SP 61.1;
PP 62.2)
Por lo tanto, según Elena G. de White, el Jardín del Edén fue retirado de la tierra antes del diluvio y será restaurado en la tierra nueva, más glorioso que antes. No quedó destruido ni fue llevado literalmente al cielo, sino que fue preservado por Dios para ser devuelto en el futuro.
Referencias:
- White, E. G. (1864). Spiritual Gifts, vol. 3, p. 55.1.
- White, E. G. (1870). Spirit of Prophecy, vol. 1, p. 61.1.
- White, E. G. (1890). Patriarchs and Prophets, p. 62.2.