Ellen G. White explica que cuando Jesús escupió en tierra, hizo lodo y lo puso en los ojos del ciego, no fue porque el lodo tuviera poder curativo, sino para enseñar varias lecciones importantes:
1. Jesús usó “los sencillos agentes de la naturaleza” (como el barro) para mostrar que, aunque el poder de sanar venía solo de Él, aprobaba el uso de remedios simples y naturales, no medicamentos complicados o dañinos.
2. No había virtud en el barro ni en el agua del estanque; la virtud estaba en Cristo mismo. El acto fue una demostración práctica del poder y la misericordia de Dios.
3. Jesús también quería corregir la creencia de que la ceguera era resultado directo del pecado personal o de los padres. En vez de discutir la causa, mostró que la enfermedad era una oportunidad para manifestar las obras de Dios.
En resumen, Jesús usó el lodo como un símbolo y una lección, no porque el barro curara, sino para enseñar sobre el poder divino, el uso de remedios sencillos y la verdadera causa de la enfermedad.
Fuentes:
- White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes (
DA 470.3, 471.4, 824.1).
- White, E. G. (1905). El Ministerio de Curación (
MH 233.1).
- White, E. G. (1948). Obreros Evangélicos (
GW 221.1).