Sí, según los escritos de Elena de White, es posible vencer el pecado, pero no por nuestras propias fuerzas, sino a través del poder y la gracia de Cristo. Aquí algunos puntos clave de sus escritos:
- “Cada uno tendrá una lucha cercana para vencer el pecado en su propio corazón. Esta es a veces una obra muy dolorosa y desalentadora; porque, al ver las deformidades de nuestro carácter, seguimos mirándolas, cuando deberíamos mirar a Jesús y ponernos el manto de Su justicia. Todo el que entre por las puertas de la ciudad de Dios entrará como vencedor, y su mayor conquista habrá sido la conquista de sí mismo.” (
9T 182.3,
HS 138.1)
- “Jesús es tu ayudador. En su fuerza puedes vencer el poder seductor del apetito. Invoca la fuerza de voluntad para ayudarte.” (
CTBH 147.2)
- “Mirando al Salvador en busca de ayuda, serás un vencedor, sí, más que vencedor, sobre las tentaciones que te asedian. Te volverás cada vez más semejante a Cristo.” (
CT 490.2)
- “Su gracia es suficiente para someter el pecado. Coloca tu mano en la Suya, y deja que Él te guíe.” (
MH 85.1)
- “No debemos estar nunca contentos con una vida pecaminosa... Debemos emplear toda energía del alma en la obra de vencer, y mirar a Jesús para obtener fuerza para hacer lo que no podemos hacer por nosotros mismos.” (
5T 472.1)
- “Dios no nos ha dejado para luchar con el mal en nuestra propia fuerza finita. Cualesquiera que sean nuestras tendencias heredadas o cultivadas al mal, podemos vencer mediante el poder que Él está listo para impartir.” (
MH 175.1)
En resumen, vencer el pecado es posible si dependemos de Cristo, buscamos Su ayuda, y ejercemos fe y voluntad para resistir la tentación. La mayor victoria es la conquista del yo, y esto se logra mirando a Jesús y recibiendo Su justicia y poder.
Referencias:
- White, E. G. (1909). Testimonios para la Iglesia, Tomo 9, p. 182.3; Historical Sketches, p. 138.1.
- White, E. G. (1890). Consejos sobre el Régimen Alimenticio, p. 147.2.
- White, E. G. (1913). Consejos para los Maestros, p. 490.2.
- White, E. G. (1905). El Ministerio de Curación, pp. 85.1, 175.1.
- White, E. G. (1885). Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 472.1.