La verdadera educación, según los escritos de Elena G. de White, consiste en mucho más que la simple adquisición de conocimientos académicos o científicos. Aquí tienes un resumen basado en los textos originales:
- La verdadera educación es un entrenamiento misionero: “Cada hijo e hija de Dios es llamado a ser misionero; estamos llamados al servicio de Dios y de nuestros semejantes; y prepararnos para este servicio debe ser el objetivo de nuestra educación.” (El Ministerio de Curación, p. 395)
- Es el desarrollo armonioso de todas las facultades: “La verdadera educación significa más que tomar un cierto curso de estudio. Es amplia. Incluye el desarrollo armonioso de todas las facultades físicas y mentales. Enseña el amor y el temor de Dios, y es una preparación para el fiel cumplimiento de los deberes de la vida.” (Consejos para los Maestros, p. 64)
- Prepara para la vida presente y la vida eterna: “El verdadero éxito en la educación, como en todo lo demás, se encuentra en mantener la vida futura en perspectiva... La educación verdadera es la que prepara para la vida presente y la vida eterna.” (Consejos para los Maestros, p. 21; La Educación, p. 7)
- Se basa en una relación con Dios y en el estudio de Su Palabra: “Esa educación sola que pone al estudiante en estrecha relación con el Gran Maestro es la verdadera educación. Los jóvenes deben ser enseñados a mirar a Cristo como su guía.” (Consejos para los Maestros, p. 496)
- Forma el carácter y promueve la bondad, la consideración y el servicio: “La esencia de la verdadera cortesía es la consideración por los demás. La educación esencial y duradera es la que amplía las simpatías y fomenta la bondad universal.” (La Educación, p. 241)
- Es la preparación de las facultades físicas, mentales y morales para el cumplimiento de cada deber y el servicio divino: “La verdadera educación es la preparación de los poderes físicos, mentales y morales para el desempeño de cada deber; es el entrenamiento del cuerpo, la mente y el alma para el servicio divino. Esta es la educación que perdurará hasta la vida eterna.” (Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 330)
En resumen, la verdadera educación es integral, abarca el desarrollo físico, mental, moral y espiritual, y tiene como fin principal preparar a la persona para servir a Dios y a la humanidad, tanto en esta vida como en la venidera.
Referencias:
- White, E. G. (1905). El Ministerio de Curación (MH), p. 395.
- White, E. G. (1913). Consejos para los Maestros (CT), pp. 21, 64, 496.
- White, E. G. (1903). La Educación (Ed), pp. 7, 241.
- White, E. G. (1900). Palabras de Vida del Gran Maestro (COL), p. 330.