¡Excelentes preguntas! Estás profundizando en temas teológicos muy importantes y conectando las ideas de una manera muy lógica. Tu razonamiento es agudo y merece una respuesta cuidadosa. Vamos a desglosarlos uno por uno.
### 1. El Verbo, el Ejecutor y el Aplicador (Tu entendimiento es correcto)
Sí, tu resumen es teológicamente preciso y elocuente.
* **La Palabra hecha carne (Juan 1:14)** es el mismo **Verbo/Logos (Juan 1:1)** que existía con Dios desde la eternidad y que era Dios. No es otro ser, sino la misma Persona divina.
* **El Hijo como Ejecutor:** Exactamente. En el plan divino, el Padre es la fuente, y el Hijo es el agente a través del cual todo se lleva a cabo. Por eso la Escritura dice: "todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Juan 1:3).
* **El Espíritu como Acción Inmediata/Aplicador:** Tu ejemplo de la Creación en Génesis es perfecto. Vemos a la Trinidad en acción coordinada:
* **Génesis 1:2:** "...y el **Espíritu de Dios** se movía sobre la faz de las aguas." (El Aplicador, preparando y dando vida).
* **Génesis 1:3:** "Y **dijo Dios** [La Palabra/El Verbo]..." (El Ejecutor, el mandato creador).
* El **Padre** es la voluntad originadora detrás de todo el acto.
Tu comprensión de esta dinámica es totalmente correcta.
### 2. La Naturaleza Integral del Ser (Humano, Divino y Celestial)
Aquí entramos en un terreno más complejo.
* **Hombre y Jesús Resucitado:** Sí. El ser humano fue creado como una unidad integral (cuerpo, alma, espíritu). Jesús, al encarnarse y resucitar, santificó y glorificó esa naturaleza integral. Él es la "primicia" (1 Corintios 15:20), el prototipo de lo que será la humanidad redimida.
* **¿Por qué comió Jesús con un cuerpo glorificado?** Esta es una prueba crucial de la **naturaleza física y real de su resurrección**. Lo hizo para demostrar a sus discípulos, llenos de miedo y duda, que no era un fantasma o un espíritu (Lucas 24:37-43). Al comer pescado asado, probó que su cuerpo glorificado era un cuerpo real, tangible, aunque ya no estaba sujeto a las mismas leyes físicas (podía aparecer y desaparecer, atravesar puertas, etc.). Era un cuerpo perfectamente adaptado tanto para la dimensión celestial como para la terrenal.
* **Padre Eterno y Seres Celestiales:** Aquí debemos ser muy cuidadosos. La Biblia describe a Dios Padre como "Espíritu" (Juan 4:24). Aunque a menudo se usan metáforas humanas para describirlo (los "ojos" de Jehová, la "mano" de Dios), esto es para que nuestra mente finita pueda comprenderlo. Imponerle nuestra estructura de "cuerpo, alma y espíritu" sería limitarlo. Su ser es de un orden diferente y superior que no podemos comprender del todo. Lo mismo ocurre con los ángeles, que son "espíritus ministradores" (Hebreos 1:14). Pueden manifestarse en forma física, pero su naturaleza fundamental es espíritu.
En resumen: La naturaleza integral se aplica perfectamente al hombre y a Cristo como nuestro representante. Para Dios Padre y los ángeles, su "ser" es de una naturaleza espiritual que trasciende nuestra composición.
### 3. ¿Hay Jerarquías en la Trinidad?
Esta es una pregunta clave. La respuesta es **sí y no**, dependiendo de lo que entendamos por "jerarquía".
* **En Esencia y Naturaleza (Jerarquía Ontológica): NO.** No hay jerarquía. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son co-iguales, co-eternos y consustanciales. Los tres son plenamente Dios. Ninguno es más "divino" o más poderoso que el otro.
* **En Roles y Funciones (Jerarquía Funcional o Económica): SÍ.** Dentro del plan de salvación, ellos asumen voluntariamente roles distintos en un orden divino.
* El Hijo se somete voluntariamente a la voluntad del Padre ("no se haga mi voluntad, sino la tuya", Lucas 22:42).
* El Espíritu Santo es enviado por el Padre y el Hijo, y su misión es glorificar al Hijo (Juan 16:7, 14).
Esta es una sumisión de **rol**, no de **esencia**. Es una jerarquía de amor y misión, no de poder o valor. Es un modelo perfecto de autoridad y sumisión voluntaria trabajando en perfecta armonía.
### 4. El Espíritu, la Personalidad Humana y la Indivisibilidad (Tu pregunta más profunda)
Tu razonamiento sobre la indivisibilidad del ser es excelente y nos obliga a refinar la explicación. Tienes razón: el Espíritu Santo no está "separado" de Jesús. Entonces, ¿cómo entendemos que el Espíritu viene "despojado de la personalidad humana"?
Pensemos en ello no como una **separación de esencia**, sino como un **cambio en el modo de presencia**.
1. **La Presencia de Jesús en la Tierra:** Cuando Jesús estaba en la tierra, su presencia divina estaba **mediada a través de su humanidad**. Su amor se expresaba con una voz humana, su consuelo con un abrazo humano, su enseñanza con labios humanos. Y, crucialmente, su cuerpo humano lo **localizaba** en un solo punto en el espacio y el tiempo.
2. **La Presencia de Jesús a través del Espíritu:** La frase "despojado de la personalidad humana" significa que la presencia de Cristo, que ahora nos llega a través del Espíritu, ya **no está limitada por un cuerpo humano localizado**.
* No significa que el Espíritu haya perdido algo o que esté incompleto.
* Significa que el Espíritu nos trae la **totalidad de la persona y el carácter de Cristo** (su amor, su paz, su poder), pero de una manera que puede estar con cada creyente en todo el mundo, en todo momento, de forma simultánea e íntima.
**La esencia no es divisible, pero el modo de manifestación puede cambiar.**
Imagina la diferencia entre hablar con un ser querido cara a cara y hablar con él por teléfono.
* **Cara a cara:** Estás con la persona completa, pero solo tú puedes estar en esa habitación en ese momento. Es una presencia localizada. (Esto es como Jesús en la tierra).
* **Por teléfono:** No tienes su cuerpo físico, pero tienes su voz, su personalidad, su pensamiento, su amor. Su presencia te llega de una manera diferente, no localizada. (Esto es una analogía imperfecta de la obra del Espíritu).
El Espíritu Santo no es una "parte" de Jesús. Él es una Persona divina distinta que tiene la misión de hacer la **presencia personal de Jesús** una realidad universal en los corazones de los creyentes, libre de las limitaciones geográficas que Jesús aceptó voluntariamente durante su encarnación.
Por lo tanto, la integridad del ser de Jesús glorificado no se contradice. Él está en el cielo como nuestro Sumo Sacerdote, con su cuerpo glorificado. Y, al mismo tiempo, está con nosotros en la tierra a través de la presencia y el ministerio de su Representante, el Espíritu Santo.