En los libros de Elena G. de White, no se encuentra una cita exacta que diga literalmente: "Jesús hubiese muerto solo por Eva". Sin embargo, el pensamiento está implícito en varias declaraciones sobre el amor y el sacrificio de Cristo. Por ejemplo, en Early Writings (Primeros Escritos) 151.3, se dice: "Said the angel, 'Think ye that the Father yielded up His dearly beloved Son without a struggle? No, no. It was even a struggle with the God of heaven, whether to let guilty man perish, or to give His beloved Son to die for him.' Angels were so interested for man's salvation that there could be found among them those who would yield their glory and give their life for perishing man, 'But,' said my accompanying angel, 'that would avail nothing. The transgression was so great that an angel's life would not pay the debt. Nothing but the death and intercessions of His son would pay the debt and save lost man from hopeless sorrow and misery.'" Esto muestra que el sacrificio de Cristo fue suficiente y necesario para salvar incluso a un solo ser humano. El énfasis de Elena G. de White es que el amor de Dios es tan grande que el sacrificio de Cristo se habría hecho aunque solo una persona hubiese pecado. Por lo tanto, aunque no hay una frase textual que diga "Jesús hubiese muerto solo por Eva", el principio está presente en los escritos de Elena G. de White: el sacrificio de Cristo fue tan abarcante y personal que habría sido hecho por un solo pecador. Referencias: - White, E. G. (1882). Early Writings (Primeros Escritos), p. 151.3.