Aquí tienes varias citas de los libros de Elena de White donde se afirma que Cristo tomó la naturaleza del hombre, pero vivió una vida sin pecado, es decir, no tomó la pecaminosidad: 1. “Él tomó sobre sí, no la naturaleza de los ángeles, sino la naturaleza del hombre, y en este mundo vivió una vida no manchada por el pecado.” (8T 206.4) 2. “Tomando la humanidad sobre sí, Cristo vino a ser uno con la humanidad y al mismo tiempo a revelar a nuestro Padre celestial a los seres humanos pecadores. En todo fue hecho semejante a sus hermanos. Se hizo carne, como nosotros. Tuvo hambre, sed y cansancio. Fue sostenido por el alimento y refrescado por el sueño. Compartió la suerte de los hombres, y sin embargo fue el Hijo de Dios sin mancha. Fue tentado y probado como los hombres y mujeres de hoy, pero vivió una vida libre de pecado.” (8T 286.3) 3. “Cristo fue la Majestad del cielo, el Príncipe de la vida; sin embargo, se humilló como hombre y se hizo obediente a toda ley de Dios. Pasó por el terreno que todo hombre debe pisar que toma su nombre, y salió de su prueba puro y sin mancha de pecado. Fue nuestro ejemplo en todas las cosas.” (9T 69.2) 4. “El príncipe de este mundo viene,” dijo Jesús, “y nada tiene en mí.” Juan 14:30. No había en Él nada que respondiera a la sofistería de Satanás. No consintió en el pecado. Ni siquiera por un pensamiento cedió a la tentación. Así puede ser con nosotros. La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad; fue preparado para el conflicto por la morada del Espíritu Santo. Y vino para hacernos partícipes de la naturaleza divina.” (DTG/DA 123.3) 5. “Cristo vino a este mundo y vivió la ley de Dios, para que el hombre pudiera tener dominio perfecto sobre las inclinaciones naturales que corrompen el alma. El Médico del alma y del cuerpo, da la victoria sobre las pasiones en guerra. Ha provisto toda facilidad, para que el hombre pueda poseer la perfección de carácter.” (MH 130.6) Estas citas muestran que Cristo tomó la naturaleza humana, pero vivió sin pecado, no participando de la pecaminosidad. Si necesitas más citas o alguna explicación adicional, házmelo saber. Referencias académicas: - White, E. G. (1904). Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (8T), pp. 206, 286. - White, E. G. (1909). Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (9T), p. 69. - White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes (DTG/DA), p. 123. - White, E. G. (1905). El Ministerio de Curación (MH), p. 130.