La razón por la que en la Biblia se menciona a Darío como conquistador de Babilonia, pero a Ciro se le da el crédito, se debe a la relación y roles que ambos desempeñaron en la caída de Babilonia y en los eventos posteriores:
- Ciro, el persa, fue el comandante general del ejército combinado de medos y persas que sitió y conquistó Babilonia. Él fue el líder militar y, según la profecía, el agente principal en la toma de la ciudad. La Biblia y los escritos de Ellen White reconocen que Ciro fue quien realmente dirigió la conquista: “Babilonia fue sitiada por Ciro, sobrino de Darío el Medo, y comandante general de los ejércitos combinados de medos y persas” (Profetas y Reyes, p. 523.1).
- Darío el Medo fue el monarca que recibió el gobierno de Babilonia inmediatamente después de su caída. Aunque Ciro fue el conquistador militar, Darío fue puesto como rey sobre el reino recién conquistado, al menos por un corto período: “La oración de Daniel fue ofrecida ‘en el primer año de Darío’, el monarca medo cuyo general, Ciro, había arrebatado a Babilonia el cetro del dominio universal” (Profetas y Reyes, p. 556.4).
- El crédito a Ciro se debe a que él fue el instrumento profetizado por Dios para liberar a los judíos y permitir la reconstrucción de Jerusalén. Más de un siglo antes, el profeta Isaías había mencionado a Ciro por nombre y su papel en la liberación del pueblo de Dios (Profetas y Reyes, p. 549).
En resumen: Darío fue el gobernante inmediato tras la caída de Babilonia, pero Ciro fue el conquistador militar y el agente profetizado por Dios para cumplir Su propósito, por eso se le da el crédito principal en la historia bíblica y profética.
Referencias:
- White, E. G. (1917). Profetas y Reyes. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association. pp. 523.1, 531.2, 549, 556.4, 557.1.