Sí, Ellen G. White describe una época de gran angustia durante las plagas finales, que incluye la sequía y la falta de agua. Aquí hay una cita relevante de "El Conflicto de los Siglos": "En la plaga que sigue, se le da poder al sol 'para quemar a los hombres con fuego. Y los hombres fueron quemados con el gran calor'. Los profetas describen así la condición de la tierra en este tiempo temible: 'La tierra está de luto;... porque la cosecha del campo ha perecido'. 'Todos los árboles del campo están secos; porque el gozo se secó de los hijos de los hombres'. 'La semilla está podrida debajo de sus terrones, los graneros están desolados'. '¡Cómo gimen las bestias! las manadas de ganado están perplejas, porque no tienen pasto.... Los ríos de aguas se han secado, y el fuego ha devorado los pastos del desierto'. 'Los cantos del templo serán aullidos en aquel día, dice el Señor Dios; habrá muchos cuerpos muertos en todo lugar; los arrojarán en silencio'." (GC 628.1)

Sí, usted está en lo correcto. La cita anterior de "El Conflicto de los Siglos" se refiere específicamente al tiempo de angustia durante las siete plagas finales, después de que el tiempo de gracia ha terminado. Sin embargo, Ellen G. White también describe calamidades y desastres que ocurren **antes** del cierre del tiempo de gracia, como parte de las señales de los últimos días. Estos eventos incluyen desastres naturales que afectarían el suministro de alimentos y agua. Ella atribuye estos desastres a la creciente actividad de Satanás a medida que el Espíritu de Dios se retira de la tierra. Aunque no se menciona una "crisis de agua" con esas palabras exactas, el concepto está implícito en las descripciones de hambrunas y la destrucción de las cosechas. Aquí hay una cita que describe esta etapa previa: > "Satanás obra también por medio de los elementos para cosechar muchedumbres de almas desprevenidas. Ha estudiado los secretos de los laboratorios de la naturaleza y emplea todo su poder para dirigir los elementos en cuanto Dios se lo permita... Él está obrando ahora. En los accidentes e infortunios en el mar y en la tierra, en las grandes conflagraciones, en los terribles tornados y en las extraordinarias granizadas, en las tempestades, las inundaciones, los ciclones, los maremotos y los terremotos, en todo lugar y en miles de formas, Satanás está ejerciendo su poder. Destruye la mies que está madurando, y a ello le siguen la hambruna y la angustia". (CS 579.2) En esta cita, la "hambruna y la angustia" que siguen a la destrucción de las cosechas (ya sea por falta de lluvia, inundaciones u otros desastres) apuntan a una crisis de recursos esenciales, incluyendo el agua, como parte de las calamidades de los últimos días antes de que caigan las plagas finales.

De nada. Si tiene más preguntas, no dude en consultar.