La explicación de la ira de Dios en Éxodo 32 y por qué Moisés logra convencer a Dios de no destruir a su pueblo se encuentra detallada en los escritos de Elena G. de White. Aquí tienes un resumen basado en sus comentarios:
1. La ira de Dios en Éxodo 32:
La ira de Dios se manifiesta cuando el pueblo de Israel, recién liberado de Egipto, cae en idolatría al adorar el becerro de oro. Dios ve esto como una grave traición y rebeldía, y declara a Moisés su intención de destruir al pueblo y hacer de Moisés una gran nación. Esta reacción divina no es simplemente un arrebato emocional, sino una expresión de justicia ante el pecado y la apostasía abierta del pueblo. Sin embargo, Elena de White enfatiza que la ira de Dios también es una manifestación de su justicia y su deseo de que el pueblo comprenda la gravedad de su pecado.
2. La intercesión de Moisés:
Moisés, al escuchar la intención de Dios, no acepta la propuesta de que él sea el fundador de una nueva nación. En cambio, intercede fervientemente por Israel. Moisés apela al honor y la reputación de Dios ante las naciones, argumentando que si Dios destruyera a Israel, los egipcios y otros pueblos dirían que Dios no pudo cumplir su promesa de llevar a Israel a la tierra prometida. Moisés también recuerda a Dios su misericordia y su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.
Elena de White comenta que Moisés “presiona su petición con tal fervor y sinceridad que la respuesta viene: ‘Haré también esto que has dicho, porque has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por nombre’” (GW92 33.2). Moisés no busca su propia gloria, sino la salvación y el arrepentimiento del pueblo, y la vindicación del carácter de Dios ante el mundo.
3. El carácter de Dios:
En este contexto, Dios revela a Moisés su verdadero carácter: “Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado” (Éxodo 34:6-7, citado en
PK 312.2). Esto muestra que, aunque Dios es justo y no pasará por alto el pecado, también es misericordioso y está dispuesto a perdonar cuando hay intercesión y arrepentimiento.
En resumen:
- La ira de Dios en Éxodo 32 es una respuesta justa al pecado grave de Israel.
- Moisés intercede apelando a la misericordia de Dios y a su reputación ante las naciones.
- Dios, en su misericordia, escucha la intercesión de Moisés y perdona al pueblo, mostrando así su carácter de justicia y amor.
Referencias clave:
-
4T 152.1: Moisés apela a la reputación de Dios ante las naciones.
- GW92 33.2: Moisés intercede con fervor y Dios responde favorablemente.
-
PK 312.2: Revelación del carácter misericordioso y justo de Dios.
-
PP 390.3: Moisés ruega por el perdón del pueblo, recordando la misericordia de Dios.
Referencias académicas:
- White, E. G. (1885). Testimonios para la Iglesia, Tomo 4, p. 152.1.
- White, E. G. (1892). Gospel Workers (GW92), p. 33.2.
- White, E. G. (1917). Profetas y Reyes (PK), p. 312.2.
- White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas (PP), p. 390.3.
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