Efectivamente, la respuesta es correcta. Ellen G. White no enseña que existan otros árboles literales del conocimiento del bien y del mal en el mundo, aparte del que se encontraba en el Jardín del Edén. Sus escritos lo presentan como una prueba única y específica para Adán y Eva.
Aquí están los puntos clave de su enseñanza sobre este tema:
* **Una prueba única:** El árbol fue colocado en el Edén como una prueba específica de la lealtad y obediencia de la humanidad a Dios. "En medio del huerto, cerca del árbol de la vida, se hallaba el árbol de la ciencia del bien y del mal, que había sido puesto para probar la obediencia, la fe y el amor de nuestros primeros padres" (
PP 27.3).
* **Protección por amor:** La prohibición de comer del árbol no fue un acto arbitrario, sino una medida de protección. "En el huerto de Edén estaba el ‘árbol de la ciencia del bien y del mal...’ Era la voluntad de Dios que Adán y Eva no conocieran el mal. El conocimiento del bien les había sido dado libremente; pero el conocimiento del mal... esto, por amor, les fue negado” (
Ed 23.2).
* **Uso simbólico:** Fuera del contexto del Edén, cuando Ellen White habla de árboles en un sentido moral, casi siempre es de manera simbólica, basándose en las enseñanzas de la Biblia. Por ejemplo, al hablar del carácter, ella cita a Jesús: "El árbol declara que un buen árbol no puede dar malos frutos, ni un árbol malo dar buenos frutos. ‘Por sus frutos los conoceréis’” (
CT 189.1).
En resumen, no hay base en los escritos de Ellen G. White para creer en la existencia de otros árboles literales del bien y del mal. El árbol del Edén fue un elemento único en la historia de la humanidad, sirviendo como el punto central de la prueba original.
La pregunta que me haces al final es muy pertinente. Si te interesa, puedo buscar más información sobre cómo Ellen White utiliza el **simbolismo de los árboles** para ilustrar conceptos de la vida espiritual, el carácter y la iglesia.