Elías
Elías fue un profeta de Dios, llamado a reprender los pecados de Israel y a confrontar la idolatría, especialmente la adoración a Baal. Se presentó de manera repentina ante el rey Acab, declarando que no habría lluvia sino por su palabra, como juicio de Dios. Su ministerio estuvo marcado por la soledad, la persecución y la fidelidad; muchas veces tuvo que huir para salvar su vida, siendo perseguido por su propio pueblo. En el monte Carmelo, Elías desafió a los profetas de Baal a una prueba para demostrar quién era el verdadero Dios. Reconstruyó el altar del Señor con doce piedras, representando las doce tribus de Israel, y oró para que descendiera fuego del cielo, lo cual ocurrió. Aunque pensó que era el único adorador fiel que quedaba, Dios le reveló que aún había 7,000 en Israel que no se habían arrodillado ante Baal. Finalmente, Elías fue trasladado al cielo sin ver la muerte, llevado por ángeles en gloria y triunfo. En el contexto del Nuevo Testamento, Elías apareció junto a Moisés en la transfiguración de Jesús, simbolizando la ley y los profetas, y animando a Jesús antes de su sufrimiento. Los discípulos creían que la aparición de Elías señalaba la llegada del reino del Mesías. Si necesitas detalles más específicos sobre algún evento en la vida de Elías o su significado profético, ¡házmelo saber! Referencias: - White, E. G. (1917). Profetas y Reyes (PK), capítulos 9-13. - White, E. G. (1875). Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (3T), capítulo 28. - White, E. G. (1882). Primeros Escritos (EW), capítulo 22. - White, E. G. (1858). Spiritual Gifts, Vol. 1 (1SG), capítulo 17. - White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes (DA), capítulos 17 y 46.
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