Citas relacionadas con las crisis de la vida
Aquí tienes varias citas de Elena G. de White relacionadas con las crisis de la vida: 1. “Estas crisis vienen también en la vida del esposo y la esposa, quienes, a menos que sean controlados por el Espíritu de Dios, manifestarán en tales momentos el espíritu impulsivo e irrazonable que tan a menudo manifiestan los niños. Como pedernal golpeando pedernal será el conflicto de voluntad con voluntad.” (Testimonios para la Iglesia, tomo 7, p. 48.2) 2. “La crisis se está acercando gradualmente. El sol brilla en los cielos, pasando por su ronda habitual, y los cielos aún declaran la gloria de Dios. Los hombres todavía comen y beben, plantan y edifican, se casan y se dan en casamiento. Los comerciantes siguen comprando y vendiendo. Los hombres se empujan unos a otros, contendiendo por el lugar más alto. Los amantes del placer aún se agolpan en teatros, carreras de caballos, casas de juego. Predomina la mayor excitación, sin embargo, la hora de la prueba está por cerrarse rápidamente, y cada caso está a punto de ser decidido eternamente. Satanás ve que su tiempo es corto. Ha puesto en acción todas sus agencias para que los hombres sean engañados, ilusionados, ocupados y encantados, hasta que el día de la prueba termine y la puerta de la misericordia se cierre para siempre.” (El Deseado de Todas las Gentes, p. 636.2) 3. “En este tiempo de iniquidad prevaleciente podemos saber que la última gran crisis está cerca. Cuando el desafío a la ley de Dios es casi universal, cuando su pueblo es oprimido y afligido por sus semejantes, el Señor intervendrá.” (Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 178.3) 4. “El tiempo de angustia cual nunca fue, está por abrirse sobre nosotros; y necesitaremos una experiencia que ahora no poseemos, y que muchos son demasiado indolentes para obtener. A menudo sucede que la angustia es mayor en la anticipación que en la realidad; pero esto no es cierto respecto a la crisis que tenemos delante. La presentación más vívida no puede alcanzar la magnitud de la prueba.” (El Conflicto de los Siglos, p. 440.2) 5. “La crisis está justo delante de nosotros cuando cada uno necesitará mucha fuerza de Dios para poder resistir las artimañas de Satanás, porque sus engaños vendrán en toda forma concebible. Aquellos que se han permitido ser juguete de las tentaciones de Satanás estarán entonces desprevenidos para tomar el lado correcto. Sus ideas estarán tan confundidas que no podrán discernir entre lo divino y lo satánico.” (Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 479.2) 6. “Si, bajo circunstancias difíciles, hombres de poder espiritual, presionados más allá de lo soportable, se desaniman y desesperan, si a veces no ven nada deseable en la vida, esto no es nada extraño ni nuevo. Que todos recuerden que uno de los más poderosos profetas huyó por su vida ante la furia de una mujer enfurecida... En la hora de su mayor debilidad aprendió la necesidad y la posibilidad de confiar en Dios bajo las circunstancias más adversas.” (Profetas y Reyes, p. 173.1) 7. “En este tiempo, antes de la gran crisis final, como antes de la primera destrucción del mundo, los hombres están absortos en los placeres y las búsquedas de los sentidos. Absorbidos con lo visible y transitorio, han perdido de vista lo invisible y eterno. Por las cosas que perecen con el uso, están sacrificando riquezas imperecederas. Sus mentes necesitan ser elevadas, su visión de la vida ampliada. Necesitan ser despertados del letargo del sueño mundano.” (La Educación, p. 183.3) Estas citas abordan las crisis personales, familiares, espirituales y las crisis finales de la humanidad, mostrando la importancia de la fe, la preparación espiritual y la confianza en Dios en medio de las pruebas de la vida. Si necesitas citas sobre un tipo específico de crisis, házmelo saber. Referencias académicas: - White, E. G. (1902). Testimonios para la Iglesia, tomo 7. - White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes. - White, E. G. (1900). Palabras de Vida del Gran Maestro. - White, E. G. (1884). El Conflicto de los Siglos. - White, E. G. (1889). Testimonios para la Iglesia, tomo 5. - White, E. G. (1917). Profetas y Reyes. - White, E. G. (1903). La Educación.
Satanás se reveló a la ley de Dios?
Sí, según los escritos de Elena G. de White, Satanás se rebeló contra la ley de Dios. Aquí tienes algunas citas relevantes: - “Desde el principio de la gran controversia ha sido el propósito de Satanás tergiversar el carácter de Dios y excitar la rebelión contra su ley, y esta obra parece coronada de éxito.” (Patriarcas y Profetas, p. 338.2; ver también El Conflicto de los Siglos, p. 498.2) - “La discordia que su propio proceder había causado en el cielo, Satanás la atribuyó a la ley y al gobierno de Dios. Declaró que todo mal era resultado de la administración divina. Afirmó que su objeto era mejorar los estatutos de Jehová. Por lo tanto, era necesario que demostrara la naturaleza de sus pretensiones y mostrara el resultado de los cambios propuestos en la ley divina. Su propia obra debía condenarlo. Satanás había afirmado desde el principio que no estaba en rebelión. Todo el universo debía ver desenmascarado al engañador.” (El Conflicto de los Siglos, p. 498.2) - “La ley de Dios existía antes de que el hombre fuera creado. Los ángeles estaban gobernados por ella. Satanás cayó porque transgredió los principios del gobierno de Dios.” (3 Spiritual Gifts, p. 295.1) Estas citas muestran claramente que la rebelión de Satanás fue, en esencia, una rebelión contra la ley de Dios y su gobierno. Referencias académicas: - White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas, p. 338.2. - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos, p. 498.2. - White, E. G. (1864). 3 Spiritual Gifts, p. 295.1.
Elena ve la ley en visiones
Según los materiales disponibles del White Estate, Elena G. de White describe haber recibido visiones en las que se le reveló la importancia y la perpetuidad de la ley de Dios. En algunos relatos, menciona que se le mostró una “cadena de verdad” desde las Escrituras, lo que resalta la centralidad de la ley de Dios en sus revelaciones. Sin embargo, el detalle específico de ver la ley escrita en tablas (los Diez Mandamientos) no está presente en todos los relatos. Descripciones explícitas de este tipo sí aparecen en otros escritos, especialmente cuando se refiere a sus visiones del santuario celestial y el arca que contiene la ley, como se encuentra en "Primeros Escritos". Si necesitas una cita precisa donde ella vea las tablas de la ley en visión, se recomienda una investigación más específica en esos escritos. Referencias académicas: - White, E. G. (1880/1888). Life Sketches of Ellen G. White (LS80 232.1; LS88 232.1). - White, E. G. (1851). Primeros Escritos.
Elena ve la ley y el cuarto mandamiento resalta más que los demás
Sí, Elena G. de White relata en varias ocasiones que, en visión, vio la ley de Dios y que el cuarto mandamiento (el del sábado) resplandecía o resaltaba más que los demás. Aquí tienes citas directas de sus escritos: 1. “El Señor me dio una visión del santuario celestial. El templo de Dios fue abierto en el cielo, y se me mostró el arca de Dios cubierta con el propiciatorio. Dos ángeles estaban uno a cada extremo del arca, con sus alas extendidas sobre el propiciatorio y sus rostros vueltos hacia él. Mi ángel acompañante me informó que esto representaba a toda la hueste celestial mirando con reverente asombro la ley de Dios, escrita por el dedo de Dios. Jesús levantó la cubierta del arca, y contemplé las tablas de piedra en las que estaban escritos los diez mandamientos. Me asombré al ver el cuarto mandamiento en el mismo centro de los preceptos, rodeado de un halo de luz. Dijo el ángel: ‘Es el único de los diez que define al Dios viviente, que creó los cielos y la tierra y todas las cosas que en ellos hay.’” (Historia de la Vida de Elena G. de White, LS88 236.3; también LS80 236.3; 2SG 82.1; LS 95.5) 2. “Jesús levantó la cubierta del arca, y contemplé las tablas de piedra en las que estaban escritos los diez mandamientos. Me asombré al ver el cuarto mandamiento en el mismo centro de los preceptos, rodeado de un halo de luz suave.” (LS 95.5) Estas visiones subrayan la importancia especial que Elena de White vio en el cuarto mandamiento, el sábado, como señal distintiva del Creador y como un punto central en la ley de Dios. Referencias académicas: - White, E. G. (1880/1888). Historia de la Vida de Elena G. de White (LS88 236.3; LS80 236.3). - White, E. G. (1860). Primeros Escritos (2SG 82.1). - White, E. G. (1915). Life Sketches (LS 95.5). ¿Te gustaría la cita completa de alguna de estas referencias?
Los dos mandamientos resumen de los 10
Sí, Elena G. de White enseña que los Diez Mandamientos se resumen en dos grandes principios: el amor a Dios y el amor al prójimo. Aquí tienes una cita clara de sus escritos: “Diez preceptos, breves, comprensivos y autorizados, cubren el deber del hombre para con Dios y para con su prójimo; y todos están basados en el gran principio fundamental del amor. ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.’ (Lucas 10:27; ver también Deuteronomio 6:4, 5; Levítico 19:18). En los Diez Mandamientos estos principios se llevan a cabo en detalle, y se hacen aplicables a la condición y circunstancias del hombre.” (Patriarcas y Profetas, p. 305.2) Esta cita muestra que los dos grandes mandamientos —amar a Dios y amar al prójimo— resumen y fundamentan los Diez Mandamientos, siendo el primero el resumen de los primeros cuatro mandamientos (deber hacia Dios) y el segundo el resumen de los últimos seis (deber hacia el prójimo). Referencia académica: - White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas, p. 305.2.
La ley y el mandamiento
Aquí tienes una selección de citas de Elena G. de White sobre “la ley y el mandamiento”, que muestran la relación entre la ley de Dios, los Diez Mandamientos y su fundamento en el amor: 1. “Con respecto a la ley proclamada desde el Sinaí, Nehemías dice: ‘Tú descendiste sobre el monte Sinaí, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, estatutos y mandamientos buenos.’ Nehemías 9:13. Y Pablo, ‘el apóstol de los gentiles’, declara: ‘La ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.’ Romanos 7:12. Esto no puede ser otro que el Decálogo; porque es la ley que dice: ‘No codiciarás.’” (Patriarcas y Profetas, p. 365.2) 2. “En los preceptos de su santa ley, Dios ha dado una regla perfecta de vida; y ha declarado que hasta el fin del tiempo esta ley, sin cambiarse en un solo punto o tilde, mantendrá su demanda sobre los seres humanos. Cristo vino para magnificar la ley y hacerla honorable. Mostró que está basada en el gran fundamento del amor a Dios y al hombre, y que la obediencia a sus preceptos comprende todo el deber del hombre.” (Los Hechos de los Apóstoles, p. 505.1) 3. “El Decálogo es ‘la ley real’ y ‘la ley perfecta de la libertad’. Santiago 2:8; 1:25. Y el revelador, medio siglo después de la crucifixión, pronuncia una bendición sobre los que ‘guardan sus mandamientos, para que tengan derecho al árbol de la vida, y entren por las puertas en la ciudad’. Apocalipsis 22:14.” (El Conflicto de los Siglos, p. 466.2) 4. “La ley dada en el Sinaí fue la enunciación del principio de amor, una revelación a la tierra de la ley del cielo. Fue ordenada en la mano de un Mediador—hablada por Aquel cuyo poder puede traer los corazones de los hombres en armonía con sus principios.” (El Discurso Maestro de Jesucristo, p. 46.2) 5. “Los diez preceptos, breves, comprensivos y autorizados, cubren el deber del hombre para con Dios y para con su prójimo; y todos están basados en el gran principio fundamental del amor. ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.’ (Lucas 10:27). En los Diez Mandamientos estos principios se llevan a cabo en detalle, y se hacen aplicables a la condición y circunstancias del hombre.” (Patriarcas y Profetas, p. 305.2) Estas citas muestran que la ley de Dios, expresada en los Diez Mandamientos, es santa, justa y buena, y que su fundamento es el amor a Dios y al prójimo. La obediencia a la ley es el deber de todo ser humano y es el estándar por el cual serán juzgados. Referencias académicas: - White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas, pp. 305.2, 365.2. - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos, p. 466.2. - White, E. G. (1911). Los Hechos de los Apóstoles, p. 505.1. - White, E. G. (1896). El Discurso Maestro de Jesucristo, p. 46.2.
Note: Ellen Chat may generate unexpected or inaccurate responses. Please verify any quotes with original sources.

Source Reference