Según los escritos de Elena G. de White, el ayuno es mucho más que la simple abstinencia de alimentos. El verdadero ayuno se centra en la condición del corazón y en el servicio a los demás.
Aquí están los principios clave sobre cómo ayunar:
### 1. El Verdadero Ayuno es un Servicio Activo
Elena G. de White enfatiza que el ayuno que Dios aprueba es el que se describe en Isaías 58. No es un ritual pasivo, sino una acción de amor y justicia.
> "El ayuno y la oración no lograrán nada mientras el corazón esté alejado de Dios por un curso de acción equivocado. '¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?'" (
2T 145.1).
> "El verdadero ayuno no es un mero servicio formal. La Escritura describe el ayuno que Dios ha escogido: 'desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo'; 'que extiendas tu alma al hambriento, y sacies al alma afligida'. Aquí se expone el espíritu y el carácter mismos de la obra de Cristo. Toda su vida fue un sacrificio de sí mismo para la salvación del mundo... El verdadero espíritu de devoción no se manifiesta en el duelo ocioso, en la mera humillación corporal y en los múltiples sacrificios, sino en la entrega del yo en un servicio voluntario a Dios y al hombre" (
DA 278.2).
### 2. La Motivación es Crucial
El ayuno nunca debe hacerse para ser visto por los demás o como un acto para ganar méritos. Debe ser una expresión de un corazón sincero y humilde.
> "'Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas' (Mateo 6:16). El ayuno que la palabra de Dios ordena es algo más que una formalidad. No consiste meramente en abstenerse de comer, en vestirse de cilicio o en echarse ceniza sobre la cabeza. El que ayuna con verdadero dolor por el pecado nunca procurará ostentación" (MB 87).
### 3. El Ayuno para la Salud Física y Espiritual
También hay un lugar para el ayuno como una práctica para la salud física, que a su vez aclara la mente para propósitos espirituales.
> "Ayune durante una o dos comidas, y beba sólo agua pura y blanda. La pérdida de una o dos comidas permitirá que el sistema sobrecargado supere ligeras indisposiciones; e incluso dificultades más graves pueden a veces superarse con este sencillo procedimiento" (
HL 226.2).
En el contexto de reuniones espirituales, ella aconsejaba comer con moderación para mantener la mente clara:
> "Si el estómago está sobrecargado con demasiada comida, aunque sea de carácter sencillo, la fuerza del cerebro es llamada en ayuda de los órganos digestivos. Se produce una sensación de adormecimiento en el cerebro... Las mismas verdades que deberían ser oídas, comprendidas y practicadas se pierden por completo" (
2T 602.2).
### 4. Una Advertencia Contra el Ayuno Extremo
Elena G. de White advirtió contra las formas de ayuno autoimpuestas y extremas que no son requeridas por Dios, describiéndolas como una "religión farisaica".
> "Es cierto que hay mentes desequilibradas que se imponen ayunos que las Escrituras no enseñan, y oraciones y privaciones de descanso y sueño que Dios nunca ha requerido... Tienen una religión farisaica que no es de Cristo, sino de ellos mismos. Confían en sus buenas obras para la salvación, esperando en vano ganar el cielo por sus obras meritorias en lugar de confiar, como todo pecador debería, en los méritos de un Salvador crucificado, resucitado y exaltado" (
1T 556.3).
En resumen, según Elena G. de White, el ayuno hoy en día debe ser:
* **Centrado en el servicio:** Ayudar a los necesitados y oprimidos.
* **Motivado por la humildad:** No para la exhibición o para ganar méritos.
* **Práctico:** A veces, abstenerse de comer puede beneficiar la salud física y la claridad mental.
* **Equilibrado:** Evitando los extremos que Dios no ha pedido.