Aquí tienes varias citas de Ellen G. White sobre el diezmo y las ofrendas, tomadas directamente de sus libros:
1. “Dios pidió a los hombres en la dispensación mosaica que dieran la décima parte de todo su aumento... Él ha requerido un décimo, y esto lo reclama como lo mínimo que el hombre debe devolverle. Dice: Yo te doy nueve décimos, mientras requiero uno; ese es Mío. Cuando los hombres retienen el décimo, roban a Dios. Se requerían también ofrendas por el pecado, ofrendas de paz y ofrendas de gratitud además del décimo del aumento.” (
3T 394.2)
2. “Dios ha hecho que la proclamación del evangelio dependa de los trabajos y los dones de su pueblo. Las ofrendas voluntarias y el diezmo constituyen el ingreso para la obra del Señor. De los medios confiados al hombre, Dios reclama una porción, el décimo... Pero cuando el corazón es movido por la influencia del Espíritu Santo, y se hace un voto de dar cierta cantidad, el que promete ya no tiene derecho a la porción consagrada.” (
AA 74.2)
3. “El Señor requiere que le devolvamos en diezmos y ofrendas una porción de los bienes que nos ha prestado. Él acepta estas ofrendas como un acto de humilde obediencia de nuestra parte y un reconocimiento agradecido de nuestra deuda con Él por todas las bendiciones que disfrutamos.” (5T 267)
4. “En la economía hebrea, una décima parte de los ingresos del pueblo se apartaba para sostener el culto público de Dios... ‘Todo el diezmo de la tierra... es de Jehová; es cosa dedicada a Jehová.’” (PP 525)
5. “Dios espera no menos de nosotros de lo que esperaba de su pueblo antiguamente. La gran obra para la salvación de las almas debe ser llevada adelante. En el diezmo, con dones y ofrendas, ha hecho provisión para esta obra. Así pretende que el ministerio del evangelio sea sostenido. Reclama el diezmo como suyo, y siempre debe considerarse como una reserva sagrada, para ser colocada en su tesorería para el beneficio de su causa.” (
COL 300.3)
6. “Todos deben recordar que los reclamos de Dios sobre nosotros están por encima de cualquier otro reclamo. Él nos da abundantemente, y el contrato que ha hecho con el hombre es que una décima parte de sus posesiones debe ser devuelta a Dios. El Señor confía graciosamente a sus mayordomos sus tesoros, pero del décimo dice: Esto es Mío.” (
6T 384.2)
7. “El Señor nos ha hecho sus mayordomos. Ha puesto sus bienes en nuestras manos para una distribución fiel. Nos pide que le devolvamos lo que es suyo. Ha reservado el diezmo como su porción sagrada para ser usado en enviar el evangelio a todas partes del mundo.” (
9T 51.3)
Estas citas muestran la importancia del diezmo y las ofrendas como parte de la adoración, la mayordomía y el sostén de la obra de Dios, según Ellen G. White.
Referencias académicas:
- White, E. G. (1872-1875). Testimonios para la Iglesia, Tomo 3, p. 394.2.
- White, E. G. (1911). Los Hechos de los Apóstoles, p. 74.2.
- White, E. G. (1885-1889). Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 267.
- White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas, p. 525.
- White, E. G. (1900). Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 300.3.
- White, E. G. (1901). Testimonios para la Iglesia, Tomo 6, p. 384.2.
- White, E. G. (1909). Testimonios para la Iglesia, Tomo 9, p. 51.3.
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