Sobre la caída de Lucifer, Ellen G. White escribió que Lucifer era un ángel de alto rango, líder de los ángeles, dotado de gran inteligencia y poder. Sin embargo, se volvió insatisfecho porque no se le confiaron todos los secretos de los propósitos de Dios y despreció la posición elevada que se le había dado (
GC 523.1;
4SP 345.3).
Lucifer instigó una rebelión en el cielo, convenciendo a otros ángeles de que Dios era injusto y que ellos debían buscar su propia libertad y derechos. Muchos ángeles dudaron, pero Lucifer les aseguró que no podrían ser perdonados si regresaban a Dios (
PP 40.3).
Finalmente, Lucifer y los ángeles que lo siguieron fueron expulsados del cielo. La Biblia lo describe así: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!...” (Isaías 14:12-17, citado en
GC 659.2).
La caída de Lucifer es presentada como un ejemplo de cómo el descontento y la búsqueda de lo que Dios no ha revelado puede llevar a la ruina espiritual. Ahora, Satanás busca infundir ese mismo espíritu de desobediencia y descontento en la humanidad (
GC 523.1;
4SP 345.3).
A pesar de su caída, el poder de Satanás está limitado y controlado por Dios, y hay un castigo preparado para él como originador del pecado (
4SP 331.1).
Referencias académicas:
- White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (GC), p. 523.1, 659.2.
- White, E. G. (1884). The Spirit of Prophecy, Vol. 4 (4SP), pp. 331.1, 345.3.
- White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas (PP), p. 40.3.