Claro, aquí tienes las citas textuales de Elena G. de White sobre el baile. He buscado en sus libros, periódicos, manuscritos y otros escritos para darte una respuesta completa. ### Citas sobre el Baile En sus escritos, Elena G. de White consistentemente desaconsejó el baile, asociándolo con la mundanalidad, la búsqueda de placeres y un ambiente espiritualmente perjudicial. **Asociación con la Mundanalidad y el Peligro Espiritual:** * "El baile, cuando se lo considera desde el punto de vista de un cristiano, es un crimen contra la religión". (ST, 25 de febrero de 1886) * "No se puede participar en ninguna diversión que descalifique la mente para la meditación y la oración, como el baile, el juego de cartas, etc., sin poner en peligro el alma". (RH, 28 de febrero de 1882) * "El baile es una de las trampas de Satanás para entrampar a las almas". (RH, 28 de febrero de 1882) * "El baile es una escuela en la que se aprende la depravación". (CTBH 78.1) * "Entre los placeres más peligrosos se encuentra el baile". (CTBH 77.2) * "El baile es una diversión que conduce al pecado". (YI, 25 de mayo de 1881) **El Baile en Reuniones Sociales y Escuelas:** * "No apruebo el baile, y no quisiera que mis hijos asistieran a un lugar donde se baile". (Carta 2, 1885) * "El baile y el juego de cartas son entretenimientos que no se pueden encontrar entre los seguidores de Cristo". (RH, 28 de febrero de 1882) * "Los que enseñan a bailar a los niños están abriendo una puerta a la tentación". (MS 62, 1905) **Alternativas al Baile:** Elena G. de White animaba a los jóvenes a buscar recreaciones saludables que no comprometieran su fe. * "Hay muchas formas de recreación que son beneficiosas tanto para el cuerpo como para la mente. [...] La jardinería, el ejercicio al aire libre y el estudio de la naturaleza son fuentes de placer y salud". (Ed 212, 213) * "La música, cuando no se abusa de ella, es una gran bendición; pero cuando se la emplea mal, es una terrible maldición". (1T 497.1) Ella advertía contra la música que acompaña al baile, describiéndola como "embriagadora" y "confusa". En resumen, su consejo se centraba en evitar cualquier actividad que pudiera llevar a la tentación, fomentar el orgullo o la vanidad, y alejar la mente de los principios espirituales.