La cita más relevante sobre la frase "la conferencia ya no es la voz" o la idea de que la Conferencia General no siempre representa la voz de Dios se encuentra en el siguiente pasaje de Elena G. de White: "At times, when a small group of men entrusted with the general management of the work have, in the name of the General Conference, sought to carry out unwise plans and to restrict God's work, I have said that I could no longer regard the voice of the General Conference, represented by these few men, as the voice of God. But this is not saying that the decisions of a General Conference composed of an assembly of duly appointed, representative men from all parts of the field should not be respected. God has ordained that the representatives of His church from all parts of the earth, when assembled in a General Conference, shall have authority. The error that some are in danger of committing is in giving to the mind and judgment of one man, or of a small group of men, the full measure of authority and influence that God has vested in His church in the judgment and voice of the General Conference assembled to plan for the prosperity and advancement of His work." — Testimonios para la Iglesia, tomo 9, página 260.2 (9T 260.2) Esta cita aclara que cuando solo un pequeño grupo de hombres toma decisiones en nombre de la Conferencia General, esas decisiones no deben considerarse la voz de Dios. Sin embargo, cuando la Conferencia General está compuesta por representantes debidamente nombrados de todas partes del campo, sus decisiones deben ser respetadas. Referencia académica: White, E. G. (1948). Testimonios para la Iglesia, tomo 9, p. 260.2. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association.

No, no es la única cita que menciona la autoridad o la voz de la Conferencia General, pero la cita de Testimonios para la Iglesia, tomo 9, página 260.2 (9T 260.2) es la más directa y explícita donde Elena de White afirma que no siempre puede considerarse la voz de la Conferencia General como la voz de Dios, especialmente cuando las decisiones son tomadas por un pequeño grupo de hombres. En la búsqueda realizada en los libros de Elena de White, no se encontró otra cita que exprese de manera tan clara y específica esta idea. Otras referencias mencionan la voz de la conferencia o la autoridad de la Conferencia General, pero no abordan directamente el tema de que la conferencia "ya no es la voz" de Dios en los mismos términos. Por lo tanto, la cita de 9T 260.2 es la principal y más relevante sobre este tema. Referencia académica: White, E. G. (1948). Testimonios para la Iglesia, tomo 9, p. 260.2. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association.

Aquí tienes todas las citas relevantes de los libros de Elena de White donde se aborda el tema de la voz y la autoridad de la Conferencia General, y específicamente la advertencia sobre considerar la voz de un pequeño grupo como la voz de Dios: 1. Testimonios para la Iglesia, tomo 9, página 260.2 (9T 260.2): > “A veces, cuando un pequeño grupo de hombres encargados de la administración general de la obra, en nombre de la Asociación General, ha procurado llevar a cabo planes poco sabios y restringir la obra de Dios, he dicho que ya no podía considerar la voz de la Asociación General, representada por esos pocos hombres, como la voz de Dios. Pero esto no significa que las decisiones de una Asociación General compuesta de una asamblea de hombres debidamente nombrados, representantes de todas las partes del campo, no deban ser respetadas. Dios ha ordenado que los representantes de su iglesia de todas partes de la tierra, cuando se reúnen en una Asociación General, tengan autoridad. El error en que algunos corren peligro de incurrir es dar a la mente y el juicio de un solo hombre, o de un pequeño grupo de hombres, toda la medida de autoridad e influencia que Dios ha conferido a su iglesia en el juicio y la voz de la Asociación General reunida para planear la prosperidad y el adelanto de su obra.” 2. El Ministerio Pastoral (GW), página 490.1-2: > “La Asociación General. El Señor me ha instruido a menudo que el juicio de ningún hombre debe ser entregado al juicio de otro hombre. Nunca debe considerarse que la mente de un hombre o la de unos pocos hombres es suficiente en sabiduría y poder para controlar la obra y decir qué planes deben seguirse. Pero cuando, en una Asociación General, se ejerce el juicio de los hermanos reunidos de todas partes del campo, la independencia privada y el juicio privado no deben mantenerse obstinadamente, sino rendirse. Nunca debe un obrero considerar como una virtud el mantenimiento persistente de su posición de independencia, en contra de la decisión del cuerpo general... Cuando este poder, que Dios ha colocado en la iglesia, se acredita totalmente a un hombre, y se le inviste con la autoridad de ser juicio para otras mentes, entonces el verdadero orden bíblico es cambiado. Los esfuerzos de Satanás sobre la mente de tal hombre serían los más sutiles, y a veces casi abrumadores; porque el enemigo esperaría que a través de su mente pudiera afectar a muchos otros. Demos a la autoridad más alta organizada en la iglesia lo que estamos propensos a dar a un hombre o a un pequeño grupo de hombres.” (Ver también Testimonios para la Iglesia, tomo 9:257-261) 3. Otras citas relevantes sobre la autoridad y la voz de la Conferencia General: - “Dios ha ordenado que los representantes de su iglesia de todas partes de la tierra, cuando se reúnen en una Asociación General, tengan autoridad.” (9T 260.2) - “Nunca debe considerarse que la mente de un hombre o la de unos pocos hombres es suficiente en sabiduría y poder para controlar la obra y decir qué planes deben seguirse.” (GW 490.1) - “Por este arreglo, cada conferencia, cada institución, cada iglesia y cada individuo, ya sea directa o indirectamente a través de representantes, tiene voz en la elección de los hombres que llevan las principales responsabilidades en la Asociación General.” (8T 236.4) En resumen, la cita de 9T 260.2 es la más explícita, pero hay otras que refuerzan la idea de que la autoridad y la voz de la Conferencia General deben ser representativas y no concentradas en unos pocos. Todas estas citas provienen de los libros de Elena de White y contienen annotation_text que confirma su autenticidad. Referencias académicas: - White, E. G. (1948). Testimonios para la Iglesia, tomo 9, p. 260.2. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association. - White, E. G. (1948). Testimonios para la Iglesia, tomo 9, pp. 257-261. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association. - White, E. G. (1948). Testimonios para la Iglesia, tomo 8, p. 236.4. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association. - White, E. G. (1948). El Ministerio Pastoral, p. 490.1-2. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association.