Claro, según los textos de Elena G. de White, los cinco elementos que hacen que el juicio de Dios sea inobjetablemente justo son:
1. **La ley de Dios permanece plenamente vindicada:** El juicio demuestra que la ley de Dios es justa, inmutable y que su transgresión requiere una consecuencia justa (
GC 502.3;
4SP 323.2).
2. **Dios es justo y a la vez justificador:** Por medio del sacrificio de Cristo, Dios puede ser justo y, al mismo tiempo, justificar a quienes creen en Jesús, mostrando que su justicia y misericordia están en perfecta armonía (
GC 502.3; Romanos 8:33, 34).
3. **El sacrificio de Cristo es la evidencia suprema:** La muerte de Cristo demuestra ante todo el universo la justicia y el amor de Dios, ya que Él mismo toma el castigo del pecado, permitiendo la redención del ser humano (
GC 502.3;
4SP 486.2).
4. **Cada caso es juzgado según las obras:** El juicio de Dios es individual y se basa en las obras y la actitud de cada persona, mostrando imparcialidad y equidad (
GC 490.2; Romanos 2:5, 6, 9).
5. **El universo entero es convencido de la justicia de Dios:** El plan de redención y el juicio final son tan claros y transparentes que todo el universo reconoce la justicia y el amor de Dios, sin dejar lugar a objeciones (
4SP 323.2;
4SP 486.2).
Estos elementos, según los textos de Elena G. de White, aseguran que el juicio de Dios es absolutamente justo y no puede ser objetado por ninguna criatura.
**Referencias principales:**
- White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (
GC 490.2, 502.3).
- White, E. G. (1884). El Espíritu de Profecía, Tomo 4 (
4SP 323.2, 486.2).
- White, E. G. (1900). Parábolas de Jesús (
COL 165.1, 248.5).
- Romanos 8:33, 34 (citado en los libros).