Basado en los escritos de Elena G. de White, las grandes actividades de la iglesia, como las reuniones campestres y las asambleas generales, son vistas como oportunidades importantes para el crecimiento espiritual, la confraternidad y la evangelización. Sin embargo, también advirtió sobre posibles peligros y dio consejos para que estos eventos fueran lo más beneficiosos posible.
### El Propósito y el Poder de las Grandes Reuniones
Elena G. de White describió las primeras reuniones adventistas como eventos llenos del poder de Dios, donde personas de todas las clases sociales se reunían para escuchar el mensaje.
*   **Un Lugar de Conversión:** "Todas las clases acudían a las reuniones adventistas. Ricos y pobres, altos y bajos, estaban, por diversas causas, ansiosos de oír por sí mismos la doctrina del segundo advenimiento. El Señor contenía el espíritu de oposición mientras sus siervos explicaban las razones de su fe... La presencia de los santos ángeles se sentía en estas asambleas, y muchos se añadían diariamente a los creyentes" (
GC 369.3).
*   **Atmósfera Espiritual:** Describió estas reuniones como momentos de profunda solemnidad y reverencia. "Mientras se repetían las evidencias de la pronta venida de Cristo, grandes multitudes escuchaban en un silencio sin aliento las solemnes palabras. El cielo y la tierra parecían acercarse. El poder de Dios se sentía sobre jóvenes y viejos y de mediana edad" (
GC 369.3).
### Consejos Prácticos para las Grandes Actividades
Ella también ofreció consejos prácticos para asegurar que estas reuniones cumplieran su propósito divino.
*   **Organización para la Evangelización:** En algunas reuniones campestres, se organizaban grupos de trabajo para invitar a la gente de la ciudad. "En algunos de nuestros congresos campestres se han organizado fuertes compañías de obreros para salir a la ciudad y sus suburbios a distribuir literatura e invitar a la gente a las reuniones. Por este medio, se consiguió que cientos de personas asistieran regularmente durante la última mitad de la reunión, quienes de otro modo podrían haber pensado poco en ello" (
6T 36.2).
*   **La Importancia de la Reverencia:** Advirtió contra la conducta inapropiada que puede restar valor espiritual a las reuniones. "Hay más reuniones para cantar que para orar entre nuestro pueblo; pero incluso estas reuniones pueden ser conducidas de una manera tan reverente y a la vez alegre que pueden ejercer una buena influencia. Hay, sin embargo, demasiadas bromas, conversaciones ociosas y chismes para que estas ocasiones sean beneficiosas, para elevar los pensamientos y refinar las costumbres" (
4T 73.2).
*   **Diferencia con las Reuniones Mundanas:** Hizo un claro contraste entre las reuniones cristianas y las diversiones mundanas. "Entre las reuniones de los seguidores de Cristo para la recreación cristiana y las reuniones mundanas para el placer y la diversión, existirá un marcado contraste. En lugar de la oración y la mención de Cristo y las cosas sagradas, se oirá de los labios de los mundanos la risa tonta y la conversación trivial... Nuestras reuniones deben ser conducidas de tal manera, y debemos conducirnos de tal manera, que cuando regresemos a nuestros hogares podamos tener una conciencia libre de ofensa hacia Dios y el hombre" (
CT 336.3).
### Advertencias sobre el Enfoque
Elena G. de White también expresó su preocupación cuando las reuniones de la iglesia perdían su enfoque espiritual y se convertían en una exhibición de moda y superficialidad.
*   **El Peligro de la Moda:** "Los domingos, las iglesias populares parecen más un teatro que un lugar para la adoración de Dios. Allí se exhibe todo estilo de vestimenta a la moda. Los pobres no tienen el valor de entrar en esas casas de culto" (
4T 642.3).
En resumen, Elena G. de White apoyaba firmemente las grandes actividades de la iglesia como un medio poderoso para el avance de la obra de Dios, siempre y cuando se mantuvieran con un espíritu de reverencia, un enfoque en la misión y un deseo genuino de crecimiento espiritual y confraternidad.