Sí, según los escritos de Elena G. de White, la hora de la comida puede y debe ser una forma de recreación. Ella describe la hora de comer como un tiempo para la interacción social y el descanso, lo cual se alinea perfectamente con su definición de la verdadera recreación. Ella escribió: "La hora de la comida debe ser un momento de convivencia social y refrigerio. Todo lo que pueda agobiar o irritar debe ser desterrado. Fomentad la confianza, la amabilidad y la gratitud hacia el Dador de todo bien, y la conversación será alegre, un agradable fluir de pensamientos que elevará sin cansar" (Ed 206.2). Este concepto se ajusta a su definición de recreación: "La recreación, cuando es fiel a su nombre, re-creación, tiende a fortalecer y edificar. Al apartarnos de nuestros cuidados y ocupaciones ordinarias, proporciona refrigerio para la mente y el cuerpo, y así nos permite volver con nuevo vigor al trabajo serio de la vida" (Ed 207). Por lo tanto, una comida agradable con una conversación edificante no es solo un tiempo para comer, sino una oportunidad para el "refrigerio para la mente y el cuerpo", que es la esencia de la verdadera recreación.