La cita más clara donde Elena de White afirma que los grupos pequeños son la clave y describe sus beneficios para la iglesia es la siguiente: “La formación de pequeñas compañías como base del esfuerzo cristiano me ha sido presentada por Aquel que no puede errar. Si hay un gran número en la iglesia, que los miembros se formen en pequeñas compañías, para trabajar no solo por los miembros de la iglesia, sino por los incrédulos. Si en un lugar hay solo dos o tres que conocen la verdad, que se formen en un grupo de obreros. Que mantengan su vínculo de unión sin romperse, presionando juntos en amor y unidad, animándose unos a otros a avanzar, cada uno ganando valor y fuerza de la ayuda de los demás. Que revelen paciencia y tolerancia semejantes a Cristo, sin palabras apresuradas, usando el talento del habla para edificarse mutuamente en la fe más santa. Que trabajen en amor cristiano por los que están fuera del redil, olvidándose de sí mismos en su esfuerzo por ayudar a otros. Mientras trabajan y oran en el nombre de Cristo, su número aumentará; porque el Salvador dice: ‘Si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.’ Mateo 18:19.” — Testimonios para la Iglesia, Tomo 7, p. 21.4 (7T 21.4) Esta cita resalta que la formación de grupos pequeños es una instrucción divina y que estos grupos fortalecen la unidad, el ánimo, el crecimiento espiritual y la misión tanto dentro como fuera de la iglesia. Referencia: White, E. G. (1946). Testimonios para la Iglesia, Tomo 7, p. 21.4. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association.