Claro, aquí presento un resumen del pensamiento de Elena G. de White sobre el fundamental rol que desempeñan los padres en la educación de sus hijos, basado en sus escritos.
### El Rol de los Padres en la Educación de sus Hijos
Elena G. de White considera la educación de los hijos como el servicio más elevado que los padres pueden rendir a Dios. Esta no es una tarea secundaria, sino una responsabilidad sagrada y primordial.
#### 1. Representantes de Dios
Los padres deben actuar como los primeros representantes de Dios ante sus hijos. Su carácter, paciencia y amor son la primera lección que un niño aprende sobre el carácter de Dios.
> "Grande es el honor y la responsabilidad que recaen sobre los padres y las madres, por cuanto han de ocupar el lugar de Dios para con sus hijos. Su carácter, su vida diaria y sus métodos de educación interpretarán las palabras de Dios a los pequeños". (
MH 375.2)
> "Los padres y las madres y los maestros necesitan apreciar más plenamente la responsabilidad y el honor que Dios les ha colocado, al hacerlos, para el niño, los representantes de Sí mismo". (
Ed 244.5)
#### 2. Una Responsabilidad Compartida
La tarea de educar es una responsabilidad conjunta del padre y la madre. Deben trabajar en unidad, apoyándose mutuamente y buscando la guía divina.
> "Unidos y en oración, el padre y la madre deben sobrellevar la grave responsabilidad de guiar correctamente a sus hijos. [...] El padre no debe estar tan absorto en los negocios o en el estudio de los libros que no pueda tomarse tiempo para estudiar la naturaleza y las necesidades de sus hijos". (CT 127)
> "La obra de cooperación debe comenzar con el padre y la madre mismos, en la vida hogareña. En la formación de sus hijos tienen una responsabilidad conjunta, y debe ser su esfuerzo constante actuar juntos". (
Ed 283.2)
#### 3. La Educación del Carácter es la Prioridad
Más que buscar el honor y el reconocimiento del mundo, el objetivo principal de la educación debe ser la formación de un carácter hermoso y sólido que Dios pueda aprobar.
> "Si los padres pudieran ser despertados al sentido de la temible responsabilidad que descansa sobre ellos en la obra de educar a sus hijos, dedicarían más tiempo a la oración y menos a la exhibición innecesaria. [...] Su ansiedad no sería saber cómo pueden educar a sus hijos para que sean alabados y honrados por el mundo, sino cómo pueden educarlos para que formen caracteres hermosos que Dios pueda aprobar". (
3T 145.2)
#### 4. El Hogar como la Primera y Más Importante Escuela
La educación en el hogar es fundamental y no debe ser delegada por completo a la escuela o la iglesia. Los padres son los primeros y más influyentes maestros.
> "La obra de ganar a sus hijos para Cristo, muchos padres la confían al ministro o al maestro de la escuela sabática, pero al hacer esto están descuidando su propia responsabilidad dada por Dios. La educación y la formación de sus hijos para que sean cristianos es el servicio más elevado que los padres pueden rendir a Dios". (
COL 195.2)
#### 5. Enseñar con el Ejemplo y la Práctica
La instrucción debe ser tanto por precepto como por ejemplo. Los padres deben enseñar a sus hijos a ser útiles, trabajadores y a vivir de acuerdo con principios sólidos.
> "Si los padres sintieran que es un deber solemne que Dios les impone educar a sus hijos para la utilidad en esta vida [...] veríamos un gran cambio en la sociedad para mejor". (
CE 14.2)
> "Es deber de los padres vigilar para que la influencia circundante no tenga un efecto perjudicial sobre sus hijos. Es su deber seleccionar la sociedad para ellos, y no permitirles que la elijan por sí mismos". (
4bSG 141.5)
En resumen, para Elena G. de White, los padres son los principales educadores designados por Dios. Su trabajo en el hogar tiene consecuencias eternas y es la base sobre la cual se construye una sociedad piadosa y un carácter preparado para la eternidad.