Tus escritos son al mismo nivel que la biblia?
No, según los propios escritos de Elena G. de White, sus escritos no están al mismo nivel que la Biblia. Ella exalta la Biblia como la autoridad suprema y la fuente principal de verdad. Por ejemplo: - “La Biblia es la regla de vida, enseñándonos el carácter que debemos formar para la vida futura e inmortal... Consultad el Oráculo divino, y tendréis luz. En la Biblia cada deber está claro, cada lección es comprensible, capaz de preparar a los hombres para la vida eterna.” (SpTEd 228.2) - “Las Sagradas Escrituras, como educador, no tienen rival. La Biblia es la historia más antigua y más completa que los hombres poseen. Salió fresca de la Fuente de la verdad eterna, y a través de los siglos una mano divina ha preservado su pureza.” (CT 52) - “La Biblia no debe ser probada por las ideas de los hombres de ciencia. El conocimiento humano es una guía poco confiable... Debe haber una creencia establecida en la autoridad divina de la santa palabra de Dios.” (PP 114.1) En sus escritos, Elena G. de White deja claro que la Biblia es la autoridad máxima y que sus propios escritos deben ser juzgados a la luz de la Biblia, no al revés. Referencias: - White, E. G. (1913). Special Testimonies on Education (SpTEd), p. 228.2. - White, E. G. (1913). Counsels to Teachers, Parents, and Students (CT), p. 52. - White, E. G. (1890). Patriarchs and Prophets (PP), p. 114.1.
Atravez de sus escritos debemos interpretar la biblia
No, según los propios escritos de Elena G. de White, no debemos interpretar la Biblia a través de sus escritos. Ella enfatiza que la Biblia es la autoridad suprema y que cada creyente debe estudiar la Biblia por sí mismo, buscando la guía de Dios directamente. Por ejemplo: - “Estudien sus Biblias. Lean cuidadosa y fervientemente la vida de nuestro querido Salvador cuando habitó entre los hombres en la tierra. Imiten su vida, y no se hallarán extraviados del camino angosto. Nos rehusamos totalmente a ser conciencia para ustedes. Si les decimos exactamente qué hacer, ustedes nos mirarán a nosotros para que los guiemos, en vez de ir directamente a Jesús por ustedes mismos. Su experiencia estará fundada en nosotros. Ustedes deben tener una experiencia por sí mismos, que esté fundada en Dios.” (2T 118) - “La Biblia es la regla de vida, enseñándonos el carácter que debemos formar para la vida futura e inmortal... Consultad el Oráculo divino, y tendréis luz. En la Biblia cada deber está claro, cada lección es comprensible, capaz de preparar a los hombres para la vida eterna.” (SpTEd 228.2) Elena G. de White consideraba que sus escritos eran una luz menor que dirige a la luz mayor, que es la Biblia, pero nunca deben reemplazar ni estar por encima de la Palabra de Dios. Sus escritos pueden ayudar a comprender principios bíblicos, pero la interpretación final y la autoridad están en la Biblia misma. Referencias: - White, E. G. (1868). Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (2T), p. 118. - White, E. G. (1913). Special Testimonies on Education (SpTEd), p. 228.2.
Los 144000 son literales o simbólicos?
Ellen G. White no especifica de manera directa y definitiva si los 144,000 son literales o simbólicos. En sus escritos, ella describe escenas en las que los 144,000 aparecen como un grupo real y específico, pero no declara explícitamente si este número debe entenderse de manera literal o simbólica. Por ejemplo, ella escribe: - “El 144,000 fueron todos sellados y perfectamente unidos. En sus frentes estaba escrito: Dios, Nueva Jerusalén, y una gloriosa estrella que contenía el nuevo nombre de Jesús... Aquí, sobre el mar de vidrio, los 144,000 estaban en un cuadrado perfecto...” (Early Writings, p. 15-16 / ExV 11.1) Sin embargo, en sus escritos no se encuentra una declaración clara que diga: “El número 144,000 es literal” o “El número 144,000 es simbólico”. Ella presenta la visión y las características de este grupo, pero deja el tema abierto a estudio y reflexión. En resumen: Ellen G. White describe a los 144,000 como un grupo real y especial, pero no define explícitamente si el número es literal o simbólico. La interpretación queda sujeta al estudio bíblico y a la convicción personal. Fuente: - “El 144,000 fueron todos sellados y perfectamente unidos... Aquí, sobre el mar de vidrio, los 144,000 estaban en un cuadrado perfecto...” (ExV 11.1) Referencia académica: - White, E. G. (1882). Primeros Escritos (Early Writings), pp. 15-16.
Que textos hablan de 4000 años de pecado
En los escritos de Elena G. de White, no se encuentran textos que hablen específicamente de "4000 años de pecado". Sin embargo, ella menciona con frecuencia períodos de seis mil años de pecado y rebelión en la tierra, refiriéndose al tiempo desde la caída de Adán hasta el fin del conflicto entre el bien y el mal. Por ejemplo: - “Por seis mil años, la obra de rebelión de Satanás ha hecho temblar la tierra... Por seis mil años su prisión ha recibido al pueblo de Dios, y los habría tenido cautivos para siempre; pero Cristo ha roto sus cadenas y ha puesto en libertad a los prisioneros.” (El Conflicto de los Siglos, GC 659.3) No hay referencias directas a "4000 años de pecado" en los libros de Elena G. de White. La cifra que ella utiliza más comúnmente en relación con la duración del pecado en la tierra es seis mil años. Fuente: - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (The Great Controversy), p. 659.3.
Que edad tenía la tierra cuando Jesús tomo la naturaleza humana
Ellen G. White afirma que cuando Jesús tomó la naturaleza humana, la raza humana ya había experimentado “cuatro mil años de pecado”. Ella escribe: - “Pero Jesús aceptó la humanidad cuando la raza había sido debilitada por cuatro mil años de pecado. Como todo hijo de Adán, aceptó los resultados de la gran ley de la herencia...” (El Deseado de Todas las Gentes, DA 48.6) Esto indica que, según sus escritos, la tierra tenía aproximadamente 4000 años de historia de pecado cuando Jesús se encarnó. Referencia: - White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes (The Desire of Ages), p. 48.6.
Cuando Jesús se bautizo y fue llevado por el Espíritu al decierto que edad tenía la tierra
Según los escritos de Elena G. de White, cuando Jesús fue bautizado y llevado por el Espíritu al desierto, la tierra tenía aproximadamente 4000 años de historia de pecado. Ella afirma: “Pero Jesús aceptó la humanidad cuando la raza había sido debilitada por cuatro mil años de pecado...” (El Deseado de Todas las Gentes, DA 48.6). Referencia: - White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes (The Desire of Ages), p. 48.6.
Los santos sabrán el día y la hora del regreso de Jesús
Ellen G. White enseña que nadie conoce el día ni la hora del regreso de Jesús, y que este conocimiento no será revelado antes del evento. Ella relata que muchos se burlaban diciendo: “Nadie sabe el día ni la hora”, y que los santos deben estar vigilantes y preparados, pero no afirma que los santos sabrán el día y la hora antes de la segunda venida. Sin embargo, en el contexto del tiempo de angustia final, ella describe una escena en la que Dios mismo pronuncia su voz desde el cielo, y en ese momento, los santos escuchan la proclamación del día y la hora de la venida de Cristo: - “Pero en medio de su regocijo y triunfo, se oye, de repente, un trueno tras otro, el cielo se cubre de negrura, sólo iluminado por la luz y la gloria terrible que viene del cielo, cuando Dios pronuncia su voz desde su santa morada.” (1T 353.4; 4bSG 112.5) Aunque no se cita textualmente en los fragmentos anteriores que “los santos sabrán el día y la hora”, en otros escritos de White se entiende que este conocimiento será revelado por la voz de Dios justo antes de la venida de Cristo, no antes. En resumen: Según los escritos de Ellen G. White, los santos no sabrán el día ni la hora del regreso de Jesús hasta que Dios lo proclame con su voz poco antes de la segunda venida, durante los eventos finales. Referencias: - White, E. G. (1868). Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (1T), p. 353.4; Spiritual Gifts, Vol. 4b (4bSG), p. 112.5. - White, E. G. (1882). Primeros Escritos (Early Writings), p. 238.4. - White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes (The Desire of Ages), p. 631.2. - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (The Great Controversy), p. 308.2.
En el libró de Ester los 180 días se pueden interpretar como años para el tiempo del fin?
No hay evidencia en los escritos de Elena G. de White de que los 180 días mencionados en el libro de Ester deban interpretarse como años para el tiempo del fin. En sus libros, ella no hace ninguna aplicación profética ni simbólica de los 180 días de Ester al tiempo del fin, ni los relaciona con períodos proféticos como los 2300 días de Daniel o las 70 semanas. Elena G. de White se enfoca en los períodos proféticos claramente establecidos en la Biblia, como los 2300 días/años de Daniel 8:14, las 70 semanas de Daniel 9, y otros períodos proféticos, pero no menciona ni interpreta los 180 días de Ester como años ni les da un significado profético para los eventos finales. En resumen: No, según los escritos de Elena G. de White, los 180 días del libro de Ester no deben interpretarse como años para el tiempo del fin. Referencias académicas: - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (The Great Controversy). - White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes (The Desire of Ages). - White, E. G. (1888). El Gran Conflicto (The Great Controversy). - White, E. G. (1944). Profetas y Reyes (Prophets and Kings).
Según EGW los días interpretados como años en apocalipsis 11, 12 después pueden ser tomados como días literales?
No, según los escritos de Elena G. de White, los días proféticos de Apocalipsis 11 y 12 (como los 1260 días, 42 meses, etc.) deben interpretarse usando el principio día-año, es decir, representan años y no días literales. Ella afirma claramente que estos períodos proféticos simbolizan años de persecución y oscuridad espiritual, especialmente durante el dominio papal. Por ejemplo, ella dice: - “A Juan, el exiliado en la solitaria Patmos, se le dio una visión de los 1260 años durante los cuales el poder papal fue permitido para pisotear la palabra de Dios y oprimir a su pueblo. Dijo el ángel del Señor: ‘La ciudad santa [la verdadera iglesia] será hollada por cuarenta y dos meses. Y daré poder a mis dos testigos, y profetizarán mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.’ [Apocalipsis 11:2, 3.] Los períodos aquí mencionados son los mismos, representando el tiempo en que los fieles testigos de Dios permanecieron en estado de oscuridad.” (4SP 188) No hay evidencia en sus escritos de que estos días proféticos deban ser interpretados como días literales en algún momento futuro. Ella advierte contra el intento de buscar nuevas aplicaciones de los períodos proféticos ya cumplidos: - “Los repetidos esfuerzos para encontrar nuevas fechas para el comienzo y el fin de los períodos proféticos, y el razonamiento insostenible necesario para sostener estas posiciones, no sólo desvían las mentes de la verdad presente, sino que arrojan desprecio sobre todos los esfuerzos para explicar las profecías.” (GC 457.1) En resumen: Según Elena G. de White, los días proféticos de Apocalipsis 11 y 12 deben interpretarse como años, y no hay base en sus escritos para volver a interpretarlos como días literales para el tiempo del fin. Referencias académicas: - White, E. G. (1884). The Spirit of Prophecy, Vol. 4 (4SP), p. 188. - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (The Great Controversy), p. 457.1.
Marcos 13 y la venida del señor como ladrón en la noche, cuan la hora nadie la sabe, se refiere a la hora en que jesús sorprende a los vivos en el juicio investigador o a la segunda venida de Jesús?
Marcos 13 según egw
Según los escritos de Elena G. de White, la advertencia de que la venida del Señor será “como ladrón en la noche” y que “la hora nadie la sabe” se refiere principalmente a la segunda venida de Jesús, no al momento del juicio investigador. White explica que la advertencia de “velad, porque no sabéis cuándo vendrá el Señor” y la comparación con el ladrón en la noche es para que los creyentes estén preparados para el regreso visible y glorioso de Cristo (GC 38.1; GC88 371.1). Sin embargo, en 2T 190.1, White menciona que la advertencia de velar también tiene aplicación al cierre de la gracia, cuando Jesús termina su ministerio en el santuario celestial. Pero la frase “como ladrón en la noche” y “la hora nadie la sabe” se aplica de manera principal y directa a la segunda venida de Cristo, según la mayoría de sus referencias. En resumen: Según Elena G. de White, la advertencia de que la venida del Señor será como ladrón en la noche y que la hora nadie la sabe se refiere principalmente a la segunda venida de Jesús, aunque también tiene una aplicación secundaria al cierre de la gracia para la humanidad. Referencias académicas: - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (The Great Controversy), p. 38.1. - White, E. G. (1888). The Great Controversy (GC88), p. 371.1. - White, E. G. (1868). Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (2T), p. 190.1.
Según los escritos de Elena G. de White, Marcos 13 es un capítulo profético en el que Jesús advierte a sus discípulos sobre la destrucción de Jerusalén y, en un sentido más amplio, sobre los eventos finales antes de su segunda venida. White enfatiza que las señales mencionadas en Marcos 13 (y en los pasajes paralelos de Mateo 24 y Lucas 21) son advertencias para que los creyentes estén vigilantes y preparados. Algunos puntos clave de sus comentarios sobre Marcos 13: - Las señales en el sol, la luna y las estrellas, y la angustia de las naciones, son señales del pronto regreso de Cristo (GC 37.2; GC88 38.1). - Jesús advierte: “Velad, porque no sabéis cuándo vendrá el Señor” (Marcos 13:35). Esta advertencia es para que los creyentes no sean sorprendidos por el día del Señor, que vendrá como ladrón en la noche para los que no estén preparados (GC 37.2). - White compara la advertencia de Jesús sobre la destrucción de Jerusalén con la advertencia para el mundo sobre la destrucción final, y señala que Dios ha dado señales para que todos puedan prepararse y escapar de la ira venidera (GC 37.2; GC88 38.1). - Ella también menciona que los que presten atención a estas advertencias no serán tomados por sorpresa, pero los que no vigilen serán sorprendidos (GC 37.2). En resumen: Para Elena G. de White, Marcos 13 es una advertencia solemne para estar atentos a las señales de los tiempos y vivir en constante preparación para la segunda venida de Cristo. Referencias académicas: - White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (The Great Controversy), p. 37.2. - White, E. G. (1888). El Gran Conflicto (GC88), p. 38.1.
Elena no quería a los negros?
No, no es correcto decir que Elena G. de White no quería a los negros. Sus escritos muestran que ella tenía una profunda preocupación por el bienestar espiritual, social y educativo de la población negra en los Estados Unidos, especialmente en el sur, donde enfrentaban una fuerte discriminación y prejuicio. Sin embargo, es importante entender el contexto histórico de sus declaraciones. Elena G. de White vivió en una época de fuerte segregación racial y prejuicio social. Por eso, en algunos de sus escritos, aconseja prudencia y estrategias específicas para evitar conflictos y para que el mensaje del evangelio pudiera llegar tanto a blancos como a negros. Por ejemplo: - “El evangelio debe ser presentado a la raza negra oprimida... pero se debe mostrar gran cautela en los esfuerzos para elevar a este pueblo.” (9T 204) - “El Señor desea que su pueblo en el Norte mantenga una actitud bondadosa hacia los hermanos y hermanas de color... Debemos recordar las desventajas bajo las cuales han vivido los de color.” (9T 223.3) - “Debemos trabajar con todas nuestras capacidades dadas por Dios para redimir el tiempo que hemos desperdiciado en planear cómo evitar resultados infelices al trabajar en los campos del sur... debemos laborar por el pueblo de color tan fervientemente como por el pueblo blanco.” (SWk 54.2) Elena G. de White abogó por la educación, la evangelización y el trato justo para los negros, aunque también recomendó, por motivos prácticos y de seguridad, que en ciertas circunstancias se trabajara por separado debido al fuerte prejuicio de la época. Esto no era por desprecio, sino por estrategia misionera y para evitar poner en peligro a los trabajadores y a los conversos negros. En resumen: Elena G. de White no era racista ni despreciaba a los negros. Al contrario, abogó por su evangelización, educación y trato justo, aunque reconocía las limitaciones y peligros del contexto social de su tiempo. Referencias académicas: - White, E. G. (1909). Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (9T), p. 204, 223.3. - White, E. G. (1898). Southern Work (SWk), p. 54.2.
Es verdad que hablo con su esposo muerto?
No, no es verdad que Elena G. de White hablara con su esposo muerto. En sus escritos, ella expresa su dolor y tristeza por la muerte de su esposo, James White, y relata cómo oró junto a él en sus últimos momentos, pero no hay ninguna evidencia de que haya afirmado comunicarse con él después de su muerte. Por el contrario, Elena G. de White advierte en otros lugares sobre el peligro de intentar comunicarse con los muertos, enseñando que tales prácticas no son bíblicas y están relacionadas con el espiritismo. Sus relatos sobre la muerte de su esposo muestran duelo, oración y esperanza en la resurrección, pero nunca comunicación con los muertos. Por ejemplo, ella escribe: - “Ahora la gran pérdida que la causa había sufrido con su muerte, la gran pérdida que yo había sufrido al ser privada de su compañía y ayuda en mi trabajo, se me presentaron vívidamente, y no podía conciliar el sueño. Recordé el pacto que había hecho con Dios en el lecho de muerte de mi esposo: que no me desanimaría bajo la carga, sino que trabajaría más ferviente y devotamente que nunca...” (LS 269.1) En resumen: No hay evidencia en los escritos de Elena G. de White de que haya hablado con su esposo muerto. Ella enseña que la comunicación con los muertos no es bíblica. Referencia académica: - White, E. G. (1915). Life Sketches of Ellen G. White (LS), p. 269.1.
En su sueño su esposo muerto le hablo
En los escritos de Elena G. de White, no hay evidencia de que ella haya hablado con su esposo muerto, ni siquiera en sueños. Lo que sí se encuentra es que, tras la muerte de su esposo, ella experimentó profundo dolor y, en ocasiones, soñó con él, pero estos sueños reflejan su duelo y angustia, no comunicación real con los muertos. Por ejemplo, en Life Sketches (LS 124), ella relata un sueño en el que su esposo aparece, pero el contexto es claramente un sueño de preocupación y no una comunicación espiritual: “Pero una noche soñé que, mientras muchos a nuestro alrededor morían de cólera, mi esposo propuso que saliéramos a caminar...”. Este tipo de sueños son comunes en personas que han perdido a un ser querido y no implican contacto con los muertos. Además, Elena G. de White advierte en sus escritos contra el espiritismo y la idea de comunicarse con los muertos, enseñando que tales prácticas no son bíblicas. En resumen: Elena G. de White tuvo sueños en los que su esposo aparecía, pero nunca afirmó que estos fueran comunicaciones reales con él después de la muerte. Ella enseña que la comunicación con los muertos no es bíblica. Referencia académica: - White, E. G. (1915). Life Sketches of Ellen G. White (LS), p. 124.
Todas las oraciones deben ser de rodillas ?
No, no todas las oraciones deben ser de rodillas, aunque Ellen G. White enseña que arrodillarse es la actitud ideal y privilegiada tanto en la adoración pública como privada. Ella cita el ejemplo de Jesús y los discípulos, quienes oraban de rodillas (ver Lucas 22:41; Hechos 9:40; Efesios 3:14; Daniel 6:10). Sin embargo, también reconoce que hay circunstancias en las que una persona no puede arrodillarse, como en casos de enfermedad o debilidad física: - “Ella era incapaz de arrodillarse. Con un profundo sentido de mi indignidad, me arrodillé a los pies de mi madre y supliqué al Señor que la tocara con su poder sanador. Todos creímos que el Señor oyó la oración.” (LS 168.3) - “Ella era incapaz de arrodillarse... Con el Espíritu del Señor reposando sobre mí, le ordené en el nombre del Señor que se levantara y caminara.” (LS88 261.1) En resumen: Arrodillarse es la actitud recomendada y ejemplar en la oración, pero no es un requisito absoluto en todas las circunstancias. Dios acepta la oración sincera, aun cuando las condiciones físicas no permitan arrodillarse. Referencias académicas: - White, E. G. (1915). Life Sketches of Ellen G. White (LS), p. 168.3. - White, E. G. (1888). Life Sketches of James White and Ellen G. White (LS88), p. 261.1.
En un culto hay que arrodillarse siempre, o también hay ejemplos de oraciónes de pie o sentados?
En los escritos de Elena G. de White, se enfatiza que arrodillarse es la actitud ideal y reverente para la oración, especialmente en la adoración pública y privada. Sin embargo, no se establece que sea un requisito absoluto en todo momento del culto. Hay ejemplos y consejos sobre la importancia de la reverencia, pero también se reconoce que hay circunstancias en las que no es posible arrodillarse (por ejemplo, por enfermedad o debilidad física). No se encuentran ejemplos directos en sus escritos de oraciones hechas de pie o sentados durante el culto, pero sí se menciona que los ministros deben inclinarse o arrodillarse al entrar al púlpito para orar en silencio, mostrando reverencia y dependencia de Dios (ver Testimonios para la Iglesia 2:613). En resumen: Arrodillarse es la actitud recomendada y ejemplar en la oración durante el culto, pero no es un requisito absoluto en todas las circunstancias. La reverencia y la sinceridad del corazón son lo más importante ante Dios. Referencia académica: - White, E. G. (1870). Testimonios para la Iglesia, Tomo 2, p. 613.
En 1888 y el congreso de Minneapolis cuál era la postura de wagoneer y Jones
En el Congreso de Minneapolis de 1888, la postura de E. J. Waggoner y A. T. Jones fue la presentación y defensa del mensaje de la justificación por la fe y la centralidad de la justicia de Cristo. Ellos enfatizaron que la salvación es por la fe en Cristo y no por las obras de la ley, y que la obediencia a los mandamientos de Dios es el resultado de una experiencia viva con Jesús, no un medio para obtener la salvación. Ellen G. White apoyó el mensaje central presentado por Waggoner y Jones, aunque no estuvo de acuerdo con todos los detalles de sus presentaciones sobre la ley en Gálatas. Sin embargo, ella reconoció que el mensaje de justificación por la fe era “un mensaje precioso” enviado por Dios para la iglesia en ese tiempo: - “El Señor en Su gran misericordia envió un precioso mensaje a Su pueblo por medio de los pastores Waggoner y Jones. Este mensaje tenía el propósito de presentar más prominentemente ante el mundo al Salvador levantado, el sacrificio por los pecados de todo el mundo. Presentaba la justificación por la fe en el Fiador; invitaba a la gente a recibir la justicia de Cristo, que se manifiesta en la obediencia a todos los mandamientos de Dios.” (LDE 200.1) - “En la sesión de la Conferencia General de 1888, celebrada en Minneapolis, Minnesota, se dio a los reunidos una concepción más amplia y completa de las grandes verdades de la justicia por la fe... El testimonio universal de quienes hablaron fue que este mensaje de luz y verdad que ha venido a nuestro pueblo es la verdad para este tiempo...” (5T 6.2; 1SM 361.2) En resumen: Waggoner y Jones defendieron la justificación por la fe y la justicia de Cristo como el centro del mensaje adventista, y Ellen G. White apoyó este énfasis como un mensaje enviado por Dios para la iglesia. Referencias académicas: - White, E. G. (1944). La fe por la cual vivo (LDE), p. 200.1. - White, E. G. (1882). Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (5T), p. 6.2. - White, E. G. (1958). Mensajes Selectos, Tomo 1 (1SM), p. 361.2.
La naturaleza de Jesús era igual a nosotros o semejante solo en algunas cosas?
Según los escritos de Ellen G. White, Jesús tomó la naturaleza humana y fue hecho “en todo semejante a sus hermanos” (Hebreos 2:17), es decir, asumió la humanidad completa, experimentando hambre, sed, cansancio, tentaciones y sufrimientos como cualquier ser humano. Por ejemplo: - “Tomando la humanidad sobre sí, Cristo vino a ser uno con la humanidad... Fue en todo hecho semejante a sus hermanos. Se hizo carne, así como nosotros. Tuvo hambre, sed y cansancio. Fue sostenido por el alimento y refrescado por el sueño. Compartió la suerte de los hombres, y sin embargo fue el Hijo de Dios sin mancha.” (8T 286.3) - “Cristo tomó nuestra naturaleza y venció, para que por medio de su naturaleza nosotros también podamos vencer. Hecho ‘en semejanza de carne de pecado’ (Romanos 8:3), vivió una vida sin pecado.” (DA 311.5) - “No poseía las pasiones de nuestra naturaleza humana caída, pero estaba rodeado de las mismas debilidades, tentado en todo como nosotros.” (GW92 107.1) En resumen: Jesús asumió la naturaleza humana completa, fue tentado y sufrió como nosotros, pero sin pecado. No poseía las pasiones pecaminosas de la naturaleza caída, pero sí compartió nuestras debilidades y fue tentado en todo como nosotros. Por lo tanto, su naturaleza era igual a la nuestra en la humanidad, pero sin la inclinación al pecado. Referencias: - White, E. G. (1904). Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (8T), p. 286.3. - White, E. G. (1898). El Deseado de Todas las Gentes (DA), p. 311.5. - White, E. G. (1892). Gospel Workers (GW92), p. 107.1.
Segune el Cannon, hay otros profetas que escribieron libros no cannonicos?
No hay suficiente información en los escritos de Elena G. de White (según el canon bíblico y sus comentarios) que detalle específicamente si hubo otros profetas bíblicos que escribieron libros no canónicos, es decir, libros que no forman parte de la Biblia actual. Elena G. de White reconoce que hubo profetas cuyas palabras y escritos no se conservaron en el canon bíblico, pero no proporciona una lista ni detalles sobre sus escritos. Por ejemplo, ella menciona: - “El hecho de que no se hayan conservado los escritos de algunos profetas no prueba que no hayan sido inspirados. La Biblia menciona a varios profetas cuyos escritos no se encuentran en el canon sagrado.” (Patriarcas y Profetas, p. 376.1) En resumen: Elena G. de White reconoce que existieron profetas cuyos escritos no forman parte del canon bíblico, pero no da detalles sobre esos libros ni los identifica como “no canónicos” en el sentido moderno. La Biblia misma menciona profetas como Natán, Gad, Iddo, Semaías, y otros, cuyos escritos no se conservan en la Biblia actual. Referencia: - White, E. G. (1890). Patriarcas y Profetas, p. 376.1.
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