Conocer la voluntad de Dios
Para conocer la voluntad de Dios, los escritos de Elena G. de White ofrecen varias orientaciones claras y prácticas: 1. **Sometimiento de la voluntad:** “Puedes darle tu voluntad a Dios; entonces Él obrará en ti el querer y el hacer según su buena voluntad. Así toda tu naturaleza será puesta bajo el control de Cristo.” (El Camino a Cristo, SC 47.1; Ministerio de Curación, MH 176.2) 2. **Relación personal y entrega:** “El Señor revela su voluntad a los que son sinceros y desean ser guiados. La razón de tu ineficacia es que has renunciado a la idea de conocer y hacer la voluntad de Dios, por lo tanto no sabes nada positivamente.” (Testimonios para la Iglesia, 3T 466.4) 3. **Estudio de la Palabra:** “El conocimiento de Dios se obtiene de su palabra. El conocimiento experimental de la verdadera piedad, hallado en la consagración y el servicio diario, asegura la más alta cultura del cuerpo, la mente y el alma.” (Testimonios para la Iglesia, 8T 63) 4. **Muerte al yo y fe en Cristo:** “No conoces la voluntad de Dios, ni puedes conocerla mientras vivas para ti mismo... Lo que todos necesitan es morir al yo, dejar de aferrarse a sí mismos y entregarse a Dios.” (Testimonios para la Iglesia, 3T 542.3-543.1) 5. **Oración y búsqueda sincera:** “El alma que vive por fe en Cristo no desea otro bien mayor que conocer y hacer la voluntad de Dios.” (Testimonios para la Iglesia, 5T 644.1) 6. **Obediencia y acción:** “Si entregamos la voluntad a Dios, no trabajaremos para ganar el amor de Dios. Su amor, como un don gratuito, será recibido en el alma, y por amor a Él nos deleitaremos en obedecer sus mandamientos.” (Palabras de Cristo, COL 283.2) **En resumen:** Conocer la voluntad de Dios implica una entrega total de la voluntad personal, una relación viva con Cristo, estudio de la Biblia, oración sincera, y disposición a obedecer y dejar el yo. Dios revela su voluntad a quienes sinceramente desean ser guiados y están dispuestos a seguirle. **Referencias:** - White, E. G. (1892). *El Camino a Cristo* (SC 47.1). - White, E. G. (1905). *El Ministerio de Curación* (MH 176.2). - White, E. G. (1875). *Testimonios para la Iglesia*, Tomo 3 (3T 466.4; 3T 542.3-543.1). - White, E. G. (1904). *Testimonios para la Iglesia*, Tomo 8 (8T 63). - White, E. G. (1889). *Testimonios para la Iglesia*, Tomo 5 (5T 644.1). - White, E. G. (1900). *Palabras de Cristo* (COL 283.2).
Cómo saber qué música agrada o no agrada a Dios?
Para saber qué música agrada o no agrada a Dios según los escritos de Elena G. de White, se destacan los siguientes principios: 1. **Propósito santo y elevador:** La música fue hecha para servir un propósito santo, para elevar los pensamientos a lo puro, noble y elevado, y despertar devoción y gratitud a Dios. (Patriarcas y Profetas, PP 594.2) 2. **Glorificar a Dios, no al yo:** La música debe usarse para glorificar a Dios, no para exaltar el yo ni para unirse con los amantes del mundo en reuniones de placer donde Dios ha prohibido a sus hijos ir. (PP 594.2) 3. **Aproximarse a la armonía celestial:** En la adoración, debemos procurar que nuestra música se acerque lo más posible a la armonía de los coros celestiales. El canto es un acto de adoración tan importante como la oración. (PP 594.3) 4. **Contenido y ambiente:** La música frívola, propia de salones de baile, desagrada a Dios y aleja a los ángeles. La música que induce a la frivolidad, el orgullo, la vanidad y la distracción de la devoción y la oración es un canal por el cual Satanás puede influir. (Testimonios para la Iglesia, 1T 505.2) 5. **Belleza, armonía y comprensión:** Dios no se agrada del desorden ni la discordia. El canto debe ser correcto, armonioso y comprensible, pues así se glorifica más a Dios y se beneficia a la iglesia. (1T 146.1) 6. **Música como bendición:** Cuando se usa correctamente, la música es una bendición poderosa para subyugar el carácter, promover la armonía y fijar la Palabra de Dios en la memoria. (La Educación, Ed 167.5) 7. **Instrumentos musicales:** No se debe oponer el uso de instrumentos musicales en la adoración, siempre que se manejen con habilidad y reverencia. (Testimonios para la Iglesia, 9T 144.1) **En resumen:** La música que agrada a Dios es aquella que eleva, inspira devoción, glorifica a Dios, se acerca a la armonía celestial, tiene contenido espiritual, y promueve la reverencia y la unidad. La música que desagrada a Dios es la frívola, mundana, discordante, que exalta el yo o desvía de la oración y la devoción. --- **Referencias:** - White, E. G. (1890). *Patriarcas y Profetas* (PP 594.2-3). - White, E. G. (1875). *Testimonios para la Iglesia*, Tomo 1 (1T 505.2; 1T 146.1). - White, E. G. (1903). *La Educación* (Ed 167.5). - White, E. G. (1909). *Testimonios para la Iglesia*, Tomo 9 (9T 144.1).
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