Ellen G. White escribió extensamente sobre los beneficios de caminar como ejercicio. Según sus escritos: - "No hay ejercicio que pueda tomar el lugar de caminar. Por medio de él, la circulación de la sangre mejora grandemente... Caminar, en todos los casos en que sea posible, es el mejor remedio para los cuerpos enfermos, porque en este ejercicio todos los órganos del cuerpo se ponen en uso." (Testimonies for the Church 3:78, HL 129, HL 186.3) - "El ejercicio matutino, caminando en el aire libre e invigorante del cielo, es la salvaguardia más segura contra resfriados, tos, congestiones del cerebro y pulmones, y cien otras enfermedades." (The Health Reformer, May 1, 1872, HL 210.3, HL 204.5) - "Caminar es preferible a montar o conducir, porque pone en ejercicio más músculos. Los pulmones se ven forzados a una acción saludable, ya que es imposible caminar con brío sin inflarlos." (MH 240.4) - "No hay ejercicio que sea tan beneficioso para todas las partes del cuerpo como caminar. Caminar activamente al aire libre hará más por las mujeres, para preservarlas en salud si están bien, que cualquier otro medio." (The Health Reformer, April 1, 1872, HL 130.2) En resumen, Ellen G. White consideraba caminar como el mejor ejercicio, superior a otros, por sus beneficios integrales para la salud física y mental. Referencias: - White, E. G. (1872). The Health Reformer, May 1, 1872, HL 210.3, HL 204.5; April 1, 1872, HL 130.2. - White, E. G. (1870). Testimonies for the Church, Vol. 3, p. 78, HL 129, HL 186.3. - White, E. G. (1905). The Ministry of Healing, p. 240.4.

Según la orientación disponible de la White Estate, al referirse a "Steps to Christ, p. 14.2" de Ellen G. White, se recomienda utilizar búsquedas por tema o frases clave en lugar de notaciones de página específicas, ya que la paginación puede variar entre ediciones y traducciones. La White Estate aconseja proporcionar temas o frases clave para asegurar resultados precisos y apropiados en el contexto de los escritos de Ellen G. White. Referencia: - White Estate. Directrices sobre búsquedas en los escritos de Ellen G. White.

Ellen G. White indeed affirms that Christ ascended to heaven bearing a sanctified, holy humanity, and that He retains this humanity through the eternal ages as the Redeemer of humanity. Here is a representative passage from her writings: “He had ascended to heaven in the form of humanity. They knew that He was before the throne of God, their Friend and Saviour still; that His sympathies were unchanged; that He was still identified with suffering humanity. He was presenting before God the merits of His own precious blood, showing His wounded hands and feet, in remembrance of the price He had paid for His redeemed.” (Steps to Christ, p. 73.2) Another similar statement is found in The Acts of the Apostles: “He had ascended to heaven in the form of humanity. They knew that He was before the throne of God, their Friend and Saviour still; that His sympathies were unchanged; that He would forever be identified with suffering humanity. They knew that He was presenting before God the merit of His blood, showing His wounded hands and feet as a remembrance of the price He had paid for His redeemed ones...” (The Acts of the Apostles, p. 65.1) These passages confirm that Ellen G. White taught Christ retains His sanctified humanity in heaven as the Redeemer of all who are saved. Sources: - White, E. G. (1892). Steps to Christ, p. 73.2. - White, E. G. (1911). The Acts of the Apostles, p. 65.1.