En los escritos de Elena G. de White se encuentran varios principios sobre cómo debe ser la música en la iglesia adventista. Aunque no existe un tratado exclusivo sobre música, sí hay consejos y descripciones que orientan su uso en el culto y la vida espiritual. Aquí algunos puntos clave:
1. La música debe elevar el pensamiento a Dios y ser un medio de alabanza genuina. Por ejemplo, después de los cultos, la música y el canto eran una expresión natural de gozo y reverencia (
GC 369.3,
4SP 225.1).
2. Debe ser sencilla y reverente. La sencillez y el orden eran características de los cultos, lo que sugiere que la música también debía ser apropiada para ese ambiente (
1T 49.1).
3. La música en la iglesia debe evitar la ostentación y el orgullo. No debe ser un medio para la autoexaltación, sino para glorificar a Dios (
5T 727.3).
4. La música celestial es el ideal. Se nos anima a aspirar a una música que refleje la pureza y la belleza de la adoración celestial (
Ed 307.1).
En resumen, la música en la iglesia adventista debe ser reverente, sencilla, centrada en Dios y un medio para la edificación espiritual, evitando la ostentación y el orgullo personal. Su propósito principal es elevar el alma y preparar a los creyentes para la adoración y la comunión con Dios.
Referencias:
- White, E. G. (1911). El Conflicto de los Siglos (
GC 369.3).
- White, E. G. (1884). El Conflicto de los Siglos (
4SP 225.1).
- White, E. G. (1868). Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (
1T 49.1).
- White, E. G. (1889). Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (
5T 727.3).
- White, E. G. (1903). La Educación (
Ed 307.1).
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