Según Elena de White, los ángeles están sujetos a la ley de Dios. Aunque son seres sin pecado y mensajeros para hacer la voluntad de Cristo, la ley de Dios es superior a ellos. Los ángeles son seres creados y están en un período de prueba, lo que significa que deben obedecer la ley divina. Esto resalta la importancia y la supremacía de la ley de Dios incluso sobre los seres celestiales.
Referencia:
White, E. G. (1877). The Spirit of Prophecy, Vol. 2, p. 10.