Tu afirmación está en armonía con los escritos de Elena de White. Ella dice:
“La oración es la apertura del corazón a Dios como a un amigo. No que sea necesario para hacerle saber a Dios lo que somos, sino para capacitarnos para recibirle. La oración no baja a Dios hasta nosotros, sino que nos eleva a Él.” (El Camino a Cristo, p. 93)
También añade:
“Podemos hablar con Jesús mientras andamos por el camino, y Él dice: Yo estoy a tu diestra.” (El Ministerio de la Bondad, p. 258)
En resumen, para Elena de White, la oración es una conversación sincera y personal con Dios, como se habla con un amigo cercano. No es solo un acto formal, sino una relación viva y directa con nuestro Creador.
Referencias:
- White, E. G. (1892). El Camino a Cristo, p. 93.
- White, E. G. (1942). El Ministerio de la Bondad, p. 258.