Aquí tienes varias citas de Elena G. de White que hablan sobre la naturaleza de Cristo, extraídas de sus libros y con anotaciones para confirmar su autenticidad: 1. “Jesús tomó sobre sí la naturaleza humana, para dejar un modelo a la humanidad, completo, perfecto. Él propone hacernos semejantes a sí mismo, veraces en todo propósito, sentimiento y pensamiento—veraces de corazón, alma y vida. Esto es el cristianismo. Nuestra naturaleza caída debe ser purificada, ennoblecida, consagrada por la obediencia a la verdad.” (Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 235.3) 2. “En Cristo se unieron lo humano y lo divino. Su misión era reconciliar a Dios y al hombre, unir lo finito con lo infinito. Esta era la única manera en que los hombres caídos podían ser exaltados, por los méritos de la sangre de Cristo, a ser participantes de la naturaleza divina. Tomar la naturaleza humana capacitó a Cristo para comprender las pruebas y tristezas del hombre, y todas las tentaciones con que es acosado. Los ángeles, que no conocían el pecado, no podían simpatizar con el hombre en sus pruebas peculiares. Cristo condescendió a tomar la naturaleza del hombre y fue tentado en todo según nuestra semejanza, para saber cómo socorrer a todos los que fueran tentados.” (Testimonios para la Iglesia, tomo 2, p. 201.1) 3. “Su naturaleza era sin la mancha del pecado. Como Hijo del hombre, oraba al Padre, mostrando que la naturaleza humana requiere todo el apoyo divino que el hombre puede obtener para ser fortalecido para el deber y preparado para la prueba.” (Gospel Workers 1892, p. 29.1; Testimonios para la Iglesia, tomo 4, p. 528.2) 4. “El Señor Dios descendió a nuestro mundo vestido con los hábitos de la humanidad, para que pudiera resolver en su propia vida la misteriosa controversia entre Cristo y Satanás. Él desbarató los poderes de las tinieblas. Toda esta historia le dice al hombre: Yo, tu sustituto y fiador, he tomado tu naturaleza sobre mí, mostrándote que todo hijo e hija de Adán tiene el privilegio de llegar a ser participante de la naturaleza divina, y por medio de Cristo Jesús asirse de la inmortalidad.” (Special Testimonies on Education, p. 220.1) 5. “Cristo revistió su divinidad con humanidad y vivió una vida de oración y abnegación, y de lucha diaria con la tentación, para poder ayudar a los que hoy son asediados por la tentación. Él es nuestra eficiencia y poder. Desea que, mediante la apropiación de su gracia, la humanidad llegue a ser participante de la naturaleza divina y así escape de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.” (Testimonios para la Iglesia, tomo 9, p. 279.1) 6. “En su enseñanza de la naturaleza, Cristo hablaba de las cosas que sus propias manos habían hecho, y que tenían cualidades y poderes que él mismo había impartido. En su perfección original, todas las cosas creadas eran una expresión del pensamiento de Dios.” (Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 18.1) 7. “Cristo, la Luz del mundo, veló el deslumbrante esplendor de su divinidad y vino a vivir como hombre entre los hombres, para que ellos, sin ser consumidos, pudieran llegar a conocer a su Creador.” (Testimonios para la Iglesia, tomo 8, p. 265.2) Estas citas muestran cómo Elena G. de White describe la unión de la naturaleza humana y divina en Cristo, su experiencia sin pecado, y su propósito de ser ejemplo y ayuda para la humanidad. Si necesitas más citas o alguna explicación adicional, házmelo saber. Referencias académicas: - White, E. G. (1889). Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 235.3. - White, E. G. (1871). Testimonios para la Iglesia, tomo 2, p. 201.1. - White, E. G. (1892). Gospel Workers, p. 29.1. - White, E. G. (1876). Testimonios para la Iglesia, tomo 4, p. 528.2. - White, E. G. (1897). Special Testimonies on Education, p. 220.1. - White, E. G. (1909). Testimonios para la Iglesia, tomo 9, p. 279.1. - White, E. G. (1900). Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 18.1. - White, E. G. (1904). Testimonios para la Iglesia, tomo 8, p. 265.2.