Es verdad que es pecado comer carne
Ellen G. White no declara de manera absoluta que comer carne sea siempre pecado, pero sí advierte fuertemente contra su consumo, especialmente para el pueblo de Dios en los últimos tiempos y en lugares donde hay abundancia de frutas, granos y nueces. Ella señala que la carne tiene un efecto negativo sobre la salud física, mental y espiritual, y que su consumo puede debilitar las facultades morales y aumentar la propensión a las enfermedades. Además, menciona que el uso de grasa y sangre animal está expresamente prohibido en la Biblia (ver Levítico 3:17; 17:10-14). Algunas citas relevantes: - “No marcamos una línea precisa a seguir en la dieta; pero decimos que en países donde hay frutas, granos y nueces en abundancia, la carne no es el alimento adecuado para el pueblo de Dios... Si alguna vez fue saludable comer carne, ahora no es seguro.” (9T 159) - “He sido instruida que la carne tiende a animalizar la naturaleza, a robar a hombres y mujeres del amor y simpatía que deberían sentir por todos, y a dar a las pasiones inferiores control sobre los poderes superiores del ser.” (9T 159) - “Nunca has sentido que esto fuera un gran pecado de tu parte... cosas de carácter similar han ocurrido en tu vida, que encontrarás que el ángel registrador ha anotado fielmente, y que enfrentarás de nuevo, a menos que por arrepentimiento y confesión hagas bien estos errores.” (2T 153.2) - “Si alguna vez hubo un tiempo en que la dieta debía ser lo más simple posible, es ahora. No se debe poner carne ante nuestros hijos. Su influencia es excitar y fortalecer las pasiones inferiores, y tiende a adormecer los poderes morales.” (2T 352.1) En resumen: Ellen White enseña que, especialmente para los que esperan la venida de Cristo y tienen acceso a alimentos saludables, el consumo de carne no está en armonía con la voluntad de Dios y puede considerarse un pecado si se hace a sabiendas y sin necesidad. Sin embargo, reconoce que quienes han comido carne toda su vida deben ser tratados con paciencia y comprensión en el proceso de cambio. Referencias principales: - White, E. G. (1909). Testimonios para la Iglesia, Tomo 9, p. 159 (9T 159). - White, E. G. (1871). Testimonios para la Iglesia, Tomo 2, pp. 60.4, 153.2, 352.1 (2T 60.4; 2T 153.2; 2T 352.1). - White, E. G. (1890). Consejos sobre el régimen alimenticio (CTBH 119.1). - White, E. G. (1897). La temperancia y la salud (HL 62-105).
Note: Ellen Chat may generate unexpected or inaccurate responses. Please verify any quotes with original sources.

Source Reference